En la guerra civil los ingenieros de armas disparaban con un cañón una bala de hierro para calcular hasta donde podían llegar las tropas, si dicha bala se disparaba con un ángulo de 50° con respecto a la horizontal de la tierra, y se calculaba que la velocidad de disparo en el momento de dejar la boca del cañón es de 400 m/s. ¿Cuál es la altura y la distancia máxima que alcanza la bala?
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Respuesta:
El arma más técnica y científica del Ejército de Tierra ha cumplido 300 años de edad cumpliendo hoy misiones, operaciones y tareas en todo el mundo para las que su fundador en 1711 el Capitán General Jorge Próspero de Verboon y su gran modernizador el Teniente General Antonio Ramón Zarco del Valle en 1843 no pudieran imaginar cuando se pusieron al frente de crear un cuerpo militar que basa su actividad en la técnica y en el progreso tecnológico.
BREVE HISTORIA DEL ARMA
Aunque ya desde las legiones romanas la ingeniería militar se consideró uno de los artes de la guerra, de hecho Roma gano un inmenso número de batallas y triunfo en múltiples campañas, de Alesia a Masada o de Numancia al Muro de Adriano, gracias a la calidad de sus constructores militares más que a la habilidad de sus legionarios con el gladio. Y aunque con el devenir de los siglos la construcción militar y la labor de los zapadores, o sea quienes trabajan con la zapa (pala), siguió siendo vital en el arte militar era un arma quizás un tanto apartada ensombrecida por el heroísmo de la infantería, la épica de la caballería o el fragor de la artillería.
Así en el caso español ni siquiera se consideraba una ciencia militar pues los ingenieros castrenses eran aquellos militares que incidentalmente descollaban por sus conocimientos de ingeniería, matemáticas, construcción, fortificación o arquitectura y se encargaban de la labor de la ingeniería militar por su especial preparación no por hubieran sido formados específicamente para ello. De ese modo también multitud de ingenieros civiles eran reclutados en levas para aplicar sus conocimientos de ingeniería en tal o cual campaña y concluida esta conservarían sus graduaciones militares de ser movilizados en otra ocasión.
Este estado de cosas terminó el 17 de abril de 1711 cuando un Real Decreto del Rey Felipe V crea el Cuerpo de Ingenieros para unificar los diferentes elementos de ingeniería militar existentes en los Reales Ejércitos y dotarles de una organización, enseñanza y dirección de un arma única e independiente.
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