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Explicación: Incertidumbre, tristeza e impotencia son sensaciones que ahondan en torno al templo de San Buenaventura de la ciudad de Yaguarón, departamento de Paraguarí, y cuyo valor histórico, cultural y religioso es invaluable. Esta iglesia fue declarada patrimonio histórico cultural por Ley 2206 del 2003 y hoy clama por una urgente restauración, ya que desde el 2015 las obras se encuentran paralizadas. La imperiosa necesidad de ejecutar medidas de conservación permitirá que la estructura edilicia perdure aún más con el tiempo.
Yaguarón es un poblado de origen indígena que en 1586 los frailes Luis de Bolaños y Alonso de San Buenaventura establecieron como misión franciscana*. La construcción del templo fue iniciada en 1755 y finalizada en 1772. La iglesia de San Buenaventura de Yaguarón, que sigue siendo centro religioso y cultural de la ciudad y de la región, se caracteriza por la notable sencillez de su exterior, en contraste con la riqueza y exuberancia del interior, rasgos característicos de la espiritualidad franciscana.
Sin embargo, como los años también van dejando sus huellas, actualmente este templo, considerado patrimonio histórico cultural, clama una inmediata restauración. Debido a la falta de una respuesta inmediata de los organismos que deben responsabilizarse ante esta situación, el pueblo yaguaronino exige acciones urgentes y efectivas llevadas a cabo por profesionales competentes en el área.
Los tallados en madera, el arte y la espiritualidad plasmados en este templo poseen un valor incalculable que debería ser atesorado. Antolín Alemán, sacristán de la iglesia de Yaguarón hace 19 años, comenta que el templo está compuesto totalmente de madera, todas talladas a mano por los guaraníes, dirigidos por los franciscanos y diseñado por el maestro escultor portugués José de Sousa Cavadas.
“El altar mayor es un catecismo abierto, pues a través de las imágenes los franciscanos evangelizaban y enseñaban a los indígenas que no sabían leer. Todo lo que se observa es una reliquia que tenemos en nuestro país y que las personas de esta ciudad valoramos mucho, por este motivo nos urge que se dé inicio a la restauración de la iglesia. En el 2014 trabajó una empresa que nos perjudicó bastante porque presentaron documentos falsos en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (Mopc), adulteraron el monto en el banco, y se denunció. Actualmente nuestra sacristía está prácticamente desmantelada”, comenta.
Afirma el sacristán que el Mopc realizó la segunda licitación y se le adjudicó nuevamente a la misma empresa, que solamente había cambiado de nombre. “El pueblo yaguaronino se manifestó, se cerraron rutas para que esa gente no vuelva y desde ese momento se paralizó todo el trabajo. Ahora estamos esperando nueva licitación con este gobierno, ya que nuestra sacristía es una capilla muy hermosa y los lugareños estamos preocupados”.
Por su parte, el arquitecto restaurador Hugo Bogado Barrios, con posgrado en restauración de monumentos arquitectónicos y patrimonio cultural por la Unesco en 1976, refiere que la iglesia de San Buenaventura de Yaguarón es el más importante bien cultural con el que cuenta la República del Paraguay, en materia de templo períptero (corredor jeré).
“Cabe resaltar que nuestro país tiene muy buenos especialistas formados por la Unesco en el Cuzco, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Grecia con pasantías en Egipto. Esta intervención urgente se debería abordar con la limpieza a través de expertos en el área, quienes se encargarían de la eliminación de ácaros o polvillos, que corroen sistemáticamente las bases, y pigmentos, así como la sanitación urgente con productos especiales para el efecto”, indica el profesional al tiempo que explica que el proceso constará de una metodología de etapas: “La primera consiste en la exploración, la segunda en la liberación y después de éstas, las intervenciones propiamente de la restauración, que son consolidación, reestructuración, reintegración; en casos de colapsos, la reconstrucción, con criterios de anastilosis (técnica de reconstrucción de monumentos en ruinas gracias al estudio metódico de los diferentes elementos que componen su arquitectura)”.
Además señala que en este proceso aparecen intervenciones paralelas como: remodelación, transportación (volver a poner los retablos en sus sitios originales) y reproducción. “Es importante prever en el protocolo las intervenciones posteriores a la restructuración, como el mantenimiento, la conservación y, sobre todo, la reversibilidad. Las intervenciones específicas para salvaguardar la estructura de la iglesia son las de reestructurar todo el maderamen que sea necesario, con restauración o recambio y criterios de reversibilidad”, apunta.
Bogado afirma que lo acontecido por el incendio en la catedral de Notre Dame es un siniestro similar al que sucede en Yaguarón, con distintas provocaciones, una por el fuego y la otra por negligencia de los responsables. Por ello es importante la urgente restauración con especialistas nacionales capacitados. Lo que el tiempo no logró destruir, que no lo