Respuestas
respuesta :
El rey persa Ciro entró en los dominios de Nabónido en 539 a.C., procedente de los montes Zagros, y derrotó a los babilonios en una sangrienta batalla en la confluencia de los ríos Diyala y Tigris, cerca de Opis.
Explicación:
Ciro II el grande
explicacion:
En el año 539 a. C., Ciro invadió Babilonia. La reconstrucción histórica de la caída de Babilonia a manos de la Persia aqueménida ha sido problemática, debido a las inconsistencias entre los diversos documentos que sirven de fuente documental. Tanto las Crónicas mesopotámicas como el Cilindro de Ciro describen que Babilonia fue tomada sin haberse librado batalla alguna, mientras que los historiadores griegos Heródoto y Jenofonte reportaron que la ciudad fue sitiada por las fuerzas de Ciro. El Libro de Daniel, por su parte, relata que Babilonia fue tomada en una sola noche, y que el príncipe Baltasar fue asesinado en el proceso.
En otra reconstrucción, se relata que Nabonido envió a su hijo Baltasar para evitar el avance del enorme ejército persa, sin embargo, ya superado en número masivo. Baltasar fue traicionado por Gobrias, gobernador de Asiria, quien cambió sus fuerzas hacia el lado persa. Las fuerzas de Babilonia fueron abrumadas en la batalla de Opis. Nabonido huyó a Borsippa, y el 12 de octubre, después de que los ingenieros de Ciro habían logrado desviar las aguas del Éufrates, «los soldados de Ciro entraron a Babilonia sin luchar». En la obra Ciropedia de Jenofonte, se informa que Baltasar fue asesinado, pero ese relato no se considera confiable bajo esta reconstrucción de los sucesos.
La Crónica de Nabonido declara que después de la batalla en Opis, «en el decimocuarto día [6 de octubre] Sippar fue capturado sin batalla. Nabonido huyó». La redacción de la crónica implica que Nabonido habría estado presente en Sippar cuando llegaron los persas. Ciro permaneció en Sippar, y «el decimosexto día [12 de octubre] Ug / Gubaru [Gobrias], gobernador de Gutium, y el ejército de Ciro sin batalla entraron en Babilonia». El mismo Nabonido fue capturado poco después cuando regresó a Babilonia. Su destino final no está claro, pero según Berossus, historiador babilónico del siglo III a. C., Nabonido fue salvado y se exilió en Carmania, donde murió años más tarde. Las tropas persas tomaron el control de la ciudad, aunque la Crónica de Nabonido proporciona pocos detalles de cómo se hizo esto. La crónica hace notar que el ejército conquistador protegió los templos más importantes de la ciudad. Diecisiete días más tarde, el 29 de octubre, Ciro entró en Babilonia, donde fue proclamado rey, emitió proclamas reales y nombró gobernadores de su reino recién conquistado.
Las diferentes reconstrucciones históricas se complementan, llegando a una única conclusión: Las fuerzas persas comandadas por Ciro desviaron las aguas del Éufrates, lograron cruzar el río, entraron en Babilonia sin batalla, conquistaron la ciudad en medio de una noche festiva, y en el proceso Baltasar fue asesinado. Es interesante notar que estos hechos son profetizados en detalle por La Biblia con casi doscientos años de antelación