Respuestas
Porque dialogando razonablemente siempre se lleva a la paz y se evita un conflicto, mira esta historia:
Esta semana tuve la posibilidad de presenciar esos momentos en los que recuerdo por que hago lo que hago. En los que recuerdo porque pienso que Michael Blumenstein era verdaderamente un ser humano excepcional. Por que creo que la Teoría Blumenstein® es realmente un camino para la paz. Por que vivo dedicada a lo que hago y por que ha sido mi principal fuente de re-conexión con la vida.
Esta tarde vi a dos hombres abrazarse con profundo afecto después de una charla de dos horas. Esta semana vi sonreír a una chiquita que por lo que reportó el día anterior terminó en el hospital por estrés. Tuve el privilegio de presenciar a personas mirarse a los ojos y agradecerse el apoyo. Escuché a otras hablar de sus miedos y las miré encontrar por si mismas sus posibilidades de cómo afrontarlos. Escuché personas completamente desconectadas en su corazón de sus actividades y en un periodo de dos horas encontrar cómo reconectar desde sus miradas muy personales para contribuir nuevamente. Y vi a otras llenarse de energía nueva ante la posibilidad de escucharse y contribuir.
¿Todos los diálogos tienen las mismas bases?
¿Qué fue lo que posibilitó “estos milagros”? El diálogo que aprendí de Michael Blumenstein.
Mucho se ha escrito acerca del diálogo, autores como Buber y Bohm son referencia en el tema. Yo misma había experimentado diálogos previos con “forma”, antes de conocer a Michael, aunque mi experiencia no había sido invitante.
Metodologías como “world café”, “laberinto”, “espacio abierto”, “lego serious play” son formas que tiene bases comunes de las formas modernas de diálogo.
La forma de la forma
¿Qué hace para mí la distinción entonces en un diálogo? La forma de la forma.
El diálogo es en sí mismo una forma. Es una estructura que ofrecemos para intercambiar ideas.
Si esta estructura incorpora formas que le dan propósito, que posibilitan que algunas premisas básicas se cumplan, entonces este intercambio de ideas se convierte en una efectiva manera para construir en colectivo.
Tres condiciones que potencializan al diálogo.
1. Claridad de propósito. El diálogo necesita ser un espacio de co-construcción y este proceso inicia en la claridad de propósito, ¿para qué estamos aquí? ¿qué queremos lograr? ¿y si no lo sabemos, como lo descubrimos, cocreamos?
2. Igualdad de valor. Para que el proceso funcione es indispensable que la forma ofrezca igualdad de valor, a los participantes, a las contribuciones, al tiempo de contribución. Porque es en esta igualdad de valor dónde emerge la posibilidad de escuchar aquello que no ha sido escuchado, de mirar aquello que no ha sido visto, de descubrir aquello que ha estado oculto.
3. Hablar desde el corazón. Esta frase de Michael Blumenstein, es quizá uno de los más poderosos y profundos aprendizajes de mi vida. Me doy cuenta, sobre todo en los tiempos recientes, que cada vez que algo no me acomoda, es porque alguien “saltó a mis tomates” y habló de mi y no desde su corazón. Cada vez que observo que una contribución mía no parece representar la invitación con que yo la ofrecí, usualmente al analizarla me doy cuenta de que dejé de hablar desde mi corazón para saltarme a los tomates del otro.
El diálogo como forma de vida
Si bien el diálogo hoy se usa como forma para muchas dimensiones, mediación, negociación, organización, trabajo en equipo, colaboración, etc. creo que el diálogo no es una forma para situaciones específicas, el diálogo es una forma para la vida.
Cuando tú y yo aprendemos a vivir dialogando nuevas posibilidades emergen en la construcción social de nuestro mundo. ¿te imaginas hablando en la consideración de que todos, absolutamente todo tenemos el mismo valor? ¿De que tenemos una razón para estar juntos y si no, la podemos crear? ¿De que hay un propósito primario que nos une que es apoyarnos para vivir?
Te imaginas un mundo dónde podemos escuchar, integrar, respetar e incluso explorar las construcciones ajenas, por extrañas que me parezcan.
Eso es vivir en diálogo. Aprender a dialogar es un excelente primer paso.
Respuesta:
porque gracias al diálogo podemos decir como nos sentimos o opinar sobre lo que pensamos asi las otras personas saben nos sentimos y nos entenderemos mucho mejor