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Resumen del libro "Te extraño, Sofía"
Esta historia empieza cuando Maureen, la hermana de Sofía, desaparece. Reenie, como comúnmente se le llamaba a Maureen, era una joven rubia, delgada, de 19 años que vivía en un departamento que compartía con dos amigas, Myra y Elaine, en un pequeño pueblo de Australia. Maureen era la hermana mayor de Sofía, quien tenía que vivir a su sombra. Sofía definía a su hermana como la clase de chica a la que siempre le pasan cosas buenas y en la que todos se fijan, lo cual deja entender que estaba un poco celosa. Reenie desaparece un 4 de mayo, dejando a todos en el pueblo como sospechosos y dejando a su familia envuelta en un gran drama. Ella desapareció después de recibir una llamada de Jhonnie, su enamorado, y de decirle a Myra que iría a comprar pan para la cena. Estas declaraciones, hechas por Myra, dejan como principal sospechoso a Jhonnie. Él declara que ese día no había visto a Reenie, pero que la noche anterior había terminado con ella y que la había visto muy nerviosa después de eso. Esto llena de intrigas a Sofía, quien decide investigar más y finalmente se entera de que Maureen era quien tenía intención de terminar con su enamorado. Los policías investigan a Jhonnie, pero no hallan ninguna prueba contundente para acusarlo de asesinar a Reenie. Otra sospechosa es Myra pero nunca se contradice en sus declaraciones y al investigarla tampoco se hallaron pruebas, así que ella también queda descartada.
Durante todo este proceso la familia de Maureen sufre mucho y sus padres lamentan su pérdida de manera muy distinta. Su madre llora constantemente y llama a Sofía, quien vive con su padre, todas las noches y la niña cree que quiere reemplazar las llamadas que le hacía a Reenie, pues eran muy unidas, llamándola a ella. El padre de Sofía llora en silencio, se vuelve callado y se une aún más a su hija menor. Después de la desaparición de Maureen, Sofía le escribe cartas que nunca manda, diciéndole que la quiere porque se siente obligada y que la odia por hacer sufrir a sus padres, por desaparecer y por dejarla sola. Las cartas son una especie de diario en las cuales ella cuenta lo que le pasa y con el tiempo, las cartas de odio se transforman en cartas cariñosas donde Sofía le escribe lo mucho que la quiere, que la extraña y que no quiere olvidarla.
Un día, la policía encuentra el bolso de Reenie en el basurero, pero no encuentra ninguna otra pista, lo cual hace que la madre de las niñas se desespere. Como no sabían qué más hacer, Sofía y su madre consultan a una vidente, quien les dice que Maureen quiere que sepan que se encuentra en paz y que ahora no sufre. Sofía cree que la vidente es una embustera, pero su madre cree que su hija mayor falleció. Después de tres años desde su desaparición, Sofía y sus padres intentan rehacer su vida, aunque siempre la recuerdan y se quedan con la intriga sobre qué le sucedió a Reenie. El libro concluye y nunca dan a conocer qué le pasó.
Esta historia empieza cuando Maureen, la hermana de Sofía, desaparece. Reenie, como comúnmente se le llamaba a Maureen, era una joven rubia, delgada, de 19 años que vivía en un departamento que compartía con dos amigas, Myra y Elaine, en un pequeño pueblo de Australia. Maureen era la hermana mayor de Sofía, quien tenía que vivir a su sombra. Sofía definía a su hermana como la clase de chica a la que siempre le pasan cosas buenas y en la que todos se fijan, lo cual deja entender que estaba un poco celosa. Reenie desaparece un 4 de mayo, dejando a todos en el pueblo como sospechosos y dejando a su familia envuelta en un gran drama. Ella desapareció después de recibir una llamada de Jhonnie, su enamorado, y de decirle a Myra que iría a comprar pan para la cena. Estas declaraciones, hechas por Myra, dejan como principal sospechoso a Jhonnie. Él declara que ese día no había visto a Reenie, pero que la noche anterior había terminado con ella y que la había visto muy nerviosa después de eso. Esto llena de intrigas a Sofía, quien decide investigar más y finalmente se entera de que Maureen era quien tenía intención de terminar con su enamorado. Los policías investigan a Jhonnie, pero no hallan ninguna prueba contundente para acusarlo de asesinar a Reenie. Otra sospechosa es Myra pero nunca se contradice en sus declaraciones y al investigarla tampoco se hallaron pruebas, así que ella también queda descartada.
Durante todo este proceso la familia de Maureen sufre mucho y sus padres lamentan su pérdida de manera muy distinta. Su madre llora constantemente y llama a Sofía, quien vive con su padre, todas las noches y la niña cree que quiere reemplazar las llamadas que le hacía a Reenie, pues eran muy unidas, llamándola a ella. El padre de Sofía llora en silencio, se vuelve callado y se une aún más a su hija menor. Después de la desaparición de Maureen, Sofía le escribe cartas que nunca manda, diciéndole que la quiere porque se siente obligada y que la odia por hacer sufrir a sus padres, por desaparecer y por dejarla sola. Las cartas son una especie de diario en las cuales ella cuenta lo que le pasa y con el tiempo, las cartas de odio se transforman en cartas cariñosas donde Sofía le escribe lo mucho que la quiere, que la extraña y que no quiere olvidarla.
Un día, la policía encuentra el bolso de Reenie en el basurero, pero no encuentra ninguna otra pista, lo cual hace que la madre de las niñas se desespere. Como no sabían qué más hacer, Sofía y su madre consultan a una vidente, quien les dice que Maureen quiere que sepan que se encuentra en paz y que ahora no sufre. Sofía cree que la vidente es una embustera, pero su madre cree que su hija mayor falleció. Después de tres años desde su desaparición, Sofía y sus padres intentan rehacer su vida, aunque siempre la recuerdan y se quedan con la intriga sobre qué le sucedió a Reenie. El libro concluye y nunca dan a conocer qué le pasó.
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