por que el centurion se le acerco a jesus el primero que resuelve le doy como la mejor respuesta y muchas gracias
Respuestas
Respuesta:
Espero que este bien
Explicación:
Por que vio que Jesús era un hombre con autoridad
Respuesta:
obre la roca con buen cimiento en contraste con aquel que lo hizo sin fundamento.
(Lc 7:1): "Una vez concluidas todas sus palabras al pueblo que le escuchaba, Jesús entró en Capernaum". A esta porción se la llama: "El siervo del centurión", pero yo creo que más convendría llamarla: "El patrón del siervo", dado que éste es tanto o más importante en la narración que el enfermo sobre el que se verifica el milagro. Porque lo que aquí vemos no es solamente un hombre muy enfermo, sino alguien de jerarquía en esa sociedad que tiene dos características muy inusuales. En primer lugar, ha desarrollado una amistad y relación con su siervo, de tal manera que cuando éste se enferma gravemente, se preocupa y trata de hacer todo lo que está a su alcance para ayudarlo. Suponemos que esta relación ha sido el fruto de largos años de trabajo del siervo, que con diligencia y eficacia ha cumplido sus funciones. El centurión ha sido impresionado por el carácter de este hombre, y la estima que le profesa es muy inusual en una sociedad donde el sirviente, al caer enfermo, podía se desechado y reemplazado. Observemos el versículo 2: "Y el siervo de cierto centurión, a quien él tenía en mucha estima, estaba enfermo y a punto de morir". No se necesitaba ser médico para darse cuenta de que el caso era desesperante. La enfermedad había progresado al punto de que ya estaba moribundo. Miremos lo que nos dice Mateo en la misma historia en (Mt 8:5-6): "Cuando Jesús entró en Capernaum, vino a él un centurión y le rogó diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, y sufre terribles dolores".
Notamos aquí tres cosas de esta situación: El siervo estaba postrado. Aquel que antes trabajaba con diligencia ahora estaba postrado en la casa. Pero noten que dice algo más: que está paralítico. Es obvio que el individuo aquí no puede caminar y que está tendido sobre un lecho o cama, hasta que Jesucristo hace el milagro. Notamos también que estaba con "terribles dolores". Es decir, sufría desesperadamente. Esa expresión se traduce como "atormentar" y se utiliza en (Mt 8:29) con referencia al endemoniado gadareno: los demonios dicen: "¿Qué tienes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?". Ver también (Ap 20:10). Pero volvamos a este hombre. Estaba enfermo, paralizado, en un grito de dolor, y casi agonizando.
(Lc 7:3-5) "Cuando oyó hablar de Jesús, le envió ancianos de los judíos para rogarle que fuera y sanara a su siervo
Vsimplemente porque era el pueblo elegido de Jehová de los Ejércitos. Si este centurión todo lo que tenía era un deseo de hacer filantropía, hubiera edificado una escuela, una biblioteca o alguna cosa similar. Sin embargo, les edificó una sinagoga
(Lc 7:6) "Jesús fue con ellos...". Al parecer no hubo respuesta oral extensa. Quizás el Señor Jesús podría haberles dicho como al joven rico que le preguntó sobre lo bueno que debía hacer para poseer la vida eterna. Recordamos que Jesús dijo que para ser perfecto debía vender lo que tenía y darlo a los pobres; y tras eso seguirlo. Pero la Escritura dice sencillamente que Jesús fue con ellos. Y ¡qué precioso es en nuestra vida cuando el Señor Jesús va con nosotros!
"Y cuando ya no estaban muy lejos de su casa, el centurión le envió unos amigos para decirle: Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo. Por eso, no me tuve por digno de ir a ti. Más bien, di la palabra, y mi criado será sanado. Porque yo también soy hombre puesto bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando. Y digo a éste: Ve, y él va; digo al otro: Ven, y él viene; y digo a mi siervo: Haz esto, y él lo hace" (Lc 7:6-8). Notemos que el centurión comienza enviando amigos en vez de venir él. Él no se considera digno ni siquiera de ir delante de Jesús de Nazaret. Y agrega: "Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo". Me parece que el centurión estaba absolutamente en lo cierto. Él no era digno de ir delante del santo Hijo de Dios y tampoco era digno de que el Mesías entrara bajo su techo.
Tenemos que entenderlo bien: no era que el centurión era humilde, y por supuesto que lo era, pero estaba reconociendo la dignidad y la grandeza del Señor Jesús. Por lo que él ha escuchado decir del Mesías, él está convencido de que es realmente el enviado de Dios, dado que las señales y los milagros que hacia sólo los podía hacer uno enviado por Dios. De alguna manera nos hace recordar (Is 6:1-5) cuando Isaías tuvo la visión de la gloria del Señor.
Explicación: