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Respuesta:
La piel está formada por tres capas que, desde la más externa hasta la más interna se conocen como: la epidermis, la dermis y la hipodermis (o tejido celular subcutáneo). Además, este órgano también lo componen otros elementos como los folículos pilosos, las glándulas sebáceas, las apocrinas y las uñas; también los vasos sanguíneos y linfáticos, los nervios y los músculos erectores del pelo.
A simple vista, nuestra piel no cambia, es la misma. Sin embargo, se renueva constantemente. Las células comienzan a formarse en la capa más interna de la epidermis y poco a poco, en unas dos semanas, va alcanzando la superficie. Así, mientras las células nuevas ascienden, las más maduras mueren y caen. Entre 30.000 y 40.000 células inertes se desprenden cada minuto del día en forma de escamillas. Para entenderlo mejor, suponen cerca de unos 18 kilogramos a lo largo de la vida
Explicación:
Epidermis: Es la capa más superficial de la piel y está constituida por un epitelio plano poliestratificado capaz de formar queratina (sustancia proteica responsable de la dureza y la resistencia de las uñas y también presente en el pelo), gracias a los queratinocitos. A su vez, la epidermis está compuesta por otras cinco capas en las que las células epiteliales coexisten con las células Langerhans (ayudan a proteger al cuerpo contra infecciones, ya que presenta antígenos, fundamentales para la respuesta inmune) y las células Merkel (función desconocida). El 95% de las células que componen la epidermis son las responsables de que la piel se renueve. La función del 5% restante (los melanocitos) consiste en desarrollar una sustancia denominada melanina. De ella depende el color de piel que cada persona muestra. También determina el color del cabello. En ambos casos, cuanto más claro sea, menos melanina contiene. Además, esta sustancia tiene la misión de proteger al cuerpo de la radiación solar. Así, a medida que los rayos del sol penetran en la piel, aumenta la cantidad de melanina y esto es lo que explica el tan ansiado bronceado. Sin embargo, su función defensora no es suficiente para prevenir el cáncer de piel, por lo que resulta imprescindible utilizar una buena crema de protección solar.
La capa superior de la piel mide de 0,4 a 1,5 milímetros de espesor. Las palmas de las manos y las plantas de los pies son las dos únicas zonas del cuerpo en las que la epidermis es más gruesa. A pesar de su mínimo espesor, está compuesta de queranocitos (las células más abundantes de la epidermis), melanocitos (células que otorgan color a la piel) y Langerhans (células que protegen la piel) que conviven en sus cinco capas: la capa basal o germinativa (se forman nuevas células mientras que las anteriores van ascendiendo hacia la capa más externa de la epidermis), la capa espinosa (sus células contienen gran cantidad de ADN, imprescindible para la producción de queratina), la capa granulosa (formada por células dedicadas exclusivamente a la síntesis o formación de queratina), el estrato lúcido (la queratina se forma) y la capa córnea (constituida por capas de células muertas denominadas corneocitos que constituyen el último paso en la evolución de los queratinocitos desde su origen en la capa basal).
Respuesta:
es el tejido formado por varias capas de células unidas entre si que cubre todo la superficie libres de la piel