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Respuesta:
¡Al contrario! El humanismo, tanto en sus orígenes como en sus estadios más evolucionados, fue el reconocimiento explícito de la naturaleza espiritual del ser humano.
Hay que diferenciar del humanismo el antropocentrismo y de este y aquél el egocentrismo ideológico, para el humanismo es importante la separación de Dios, como entidad injerencista en la vida del ser humano, pero no como valor cardinal que explica la condición de preponderancia mora del mismo.
Lo que se resume en que no, el humanismo no niega a Dios, solo lo sitúa en una posición menos privilegiada de la que tenia antes, y reduce a la iglesia a una institución formal que no necesariamente interpreta la voluntad divina, asignándole este rol al mismísimo ser humano.
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