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Respuesta:
Aunque el momento en el que surge este subgénero no está completamente claro, la mayo-
ría de los autores coinciden en situar como hito fundacional, la obra Contrato con Dios de Will
Eisner (1917-2005) en el año 1978. Es un libro conformado por cuatro historias ambientadas
en Nueva York que se desarrollan, temporalmente, en el período posterior al crac de 1929. Con
una destreza gráfica y una narrativa asombrosa, su autor sitúa en la atmósfera oscura y lúgubre
del Bronx, a un grupo de personajes, muchos de ellos inmigrantes, que luchan por la supervi-
vencia, y el ascenso social. Algunos críticos han advertido en esta obra un sesgo autobiográfico
siendo el propio Eisner un inmigrante judío.
Otro antecedente importante de la novela gráfica es El eternauta, obra del argentino Héctor
German Osterheld (1917-1977) y el dibujante Francisco Solano López. Esta obra fue publicada
en la revista “Hora Cero” entre los años 1957 a 1959, hecho que, genéricamente, la distingue
de la consideración unitaria de la novela gráfica. Sin embargo los elementos y la semiótica del
subgénero se encuentran perfectamente delineados en una historia innovadora que sucede en
escenarios ficcionalizados pero claramente identificables de la ciudad de Buenos Aires.
La novela gráfica se ha desarrollado y ha tenido importantes representantes en varios
países. Hacia los años ochenta, puede considerarse que se da el primer “boom” de la novela
gráfica, momento en el cual el término comienza a cobrar fuerza e independencia comercial
para diferenciar este “nuevo producto” de los cómics dirigidos al público juvenil. Este boom
está marcado por obras como Maus de Art Spiegelman (1980); Batman: The Dark Knight Returns
de Frank Miller (1986) y Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons (1984).
Hacia fines de los noventa y comienzo del nuevo siglo, se registra un segundo boom, ahora
caracterizado por las obras de nuevos autores norteamericanos como Chris Ware, Daniel
Clowes, Seth o Craig Thompson. Incluso, yendo más allá del protagonismo estadounidense
en el género, se perfilan como hitos obras francesas como La Ascensión del Gran Mal de David
Beauchard (1996) y Persépolis de Marjane Satrapi (2000); obras franco-canadienses como
Pyongyang de Guy Delisle (2004) y suizas como Píldoras Azules de Frederik Peeters (2001).
¿Qué diferencia la novela gráfica del cómic?
En lo que refiere a la historia, la novela gráfica tiene una exhaustividad mayor ya que su
formato de publicación permite presentar una historia completa. En cambio, el cómic, al ser de
entrega periódica, pierde esta profundidad o densidad. Esto, obviamente, lleva a una distinción
en cuanto al formato y a la longitud: mientras que un cómic puede desarrollarse entre unas 20
a 30 páginas y es de lectura rápida; las novelas gráficas suelen ser mucho más largas.
Otra de las diferencias radica en el público al que va destinado. Originalmente, la nove-
la gráfica se orientó hacia un receptor adulto; mientras que los cómics lo hicieron hacia un
público infantil. Aunque, claramente, estas intersecciones nunca se mantienen puras ya que
han surgido subgéneros como la manga (cómic de origen japonés) claramente orientado a un
público adulto.
Explicación:
Hecho este breve recorrido es importante pensar en la profunda implicación que existe
entre el texto y el dibujo en este género. Ambos elementos deben analizarse e interpretarse en la simbiosis en que fueron creados. Cómic, historieta, álbum gráfico, novela visual o novela
gráfica, en fin, bienvenido este formato que, en todos los casos, nos habilita nuevos modos de
representación.
Espero haberte ayudado ;)