Respuestas
Respuesta:
Disfrutamos de la biodiversidad
Con buenas prácticas de consumo estamos contribuyendo a generar un menor impacto sobre el medio ambiente. Por ejemplo, aplicando la regla de las tres “R” (reciclar, reducir y reutilizar) protegemos los recursos naturales del planeta, los cuales, no lo olvidemos, son limitados. Como nos recuerdan desde las Naciones Unidas:
"Si la población mundial llegase a alcanzar los 9600 millones en 2050, se necesitaría el equivalente de casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales precisos para mantener el estilo de vida actual".
Generamos igualdad social
Al elegir productos con el sello de Comercio Justo estamos contribuyendo a construir entornos más equitativos para quienes habitamos el planeta. El modelo de Comercio Justo es sinónimo de vida digna, igualdad de género, ausencia de trabajo infantil, salarios decentes, educación, acceso a agua potable, entre otras iniciativas de economía social.
Comercio-Justo
Obtenemos un ahorro económico
Usar los electrodomésticos de forma eficiente, así como cuidar de nuestro consumo de luz y agua con pequeños gestos como cerrar el grifo cuando nos estemos cepillando los dientes, reutilizar el agua de lluvia para regar nuestras plantas o desenchufar los aparatos cuando no se usen en vez de dejarlos en stand by, nos reportará una ganancia que se reflejará en nuestras facturas. Desde Naciones Unidas nos confirma este dato:
"Si todas las personas del mundo utilizaran bombillas de bajo consumo, el mundo se ahorraría 120.000 millones de dólares al año".
Respuesta:
Consumir de forma responsable también supone apoyar iniciativas que promuevan las prácticas sostenibles y que contribuyan a reducir en la medida de lo posible la huella de los procesos industriales en el medio ambiente.Explicación: