Respuestas
Respuesta:
Ya en la expansión del Imperio Romano se ajustó la manera en que se vivía y se concebía la ciudadanía en el seno de una comunidad. El crecimiento imperial hizo necesario generar reglas específicas para ordenar las relaciones entre las ciudades. Los ciudadanos, obligados a participar rotativa mente en el ejercicio de gobierno, se convirtieron en miembros de una comunidad que compartía las mismas leyes.
La caída del Imperio trajo un largo periodo de oscuridad institucional, antes de que la consolidación de los Estados-Nación fortaleciera la noción de que la ciudadanía se daba como un derecho adquirido, con deberes y responsabilidades, por el mero hecho de nacer en un territorio específico. Todo fue paz y alegría (es un decir) hasta que en las colonias inglesas de América empezó a pesar la idea de que lo que primaba era la soberanía popular y que el esquema de pagar impuestos sin tener representación era algo insostenible. Eso dio como origen la guerra de Independencia de Estados Unidos que, a su vez, derivó en una serie de revoluciones bajo la bandera de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa, en la que se establece un vínculo clave: el nacimiento otorga la ciudadanía y esta viene acompañada de un conjunto de derechos que tienen característica de ser naturales, inalienables y sagrados.
Hoy día, la batalla por esa ciudadanía se libra con el cruce de fronteras y el reconocimiento de derechos, pero el avance ha sido enorme. Según definición de la Unión Europea, la ciudadanía es “el derecho y disposición a participar en una comunidad a través de la acción auto-regulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público”.
La realidad va sin embargo dando saltos veloces y es necesario entender el concepto de ciudadanía como una idea dinámica. Así como las sociedades se han ido haciendo más complejas, dando lugar a nuevas acepciones del término, también hay instituciones que en su transformación van empujando la manera en que nos relacionamos y, por ende, la manera en que somos ciudadanos. Una de ellas es la educación.
Explicación: