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Hace no mucho tiempo, vivía un conductor de autobús, no le gustaba su trabajo, era amargado, y tenía que ver las cosas para creerlas.
Un día mientras estaba trabajando en el autobús, subió un mendigo, este mendigo, tenía un aspecto sucio y maloliente a los ojos del conductor.
El mendigo, subió al autobús, y le habló a los pasajeros, estaba pidiendo algo que comer, ya que no tenía ni un solo centavo para alimentarse, el conductor, al ver esto, le dijo al mendigo que se bajara del bus, ya que estaba incomodando a los pasajeros, el mendigo, no se negó, y bajó tranquilamente, pero antes de irse del autobús le tomó la mano al conductor, y le dijo: "lo que te voy a dar, es muy preciado, espero que lo uses y lo cuides de la manera correcta", dándole un amuleto azulado de forma circular, el conductor, no dijo absolutamente nada, no le tomó importancia, ya que pensaba que el mendigo estaba loco.
Cuando el conductor terminó su jornada de trabajo, tomó el amuleto, y lo empezó a ver más de cerca, hasta que de un momento a otro, se tele-transportó, al futuro, y vio que las personas estaban sufriendo, no habían tantos animales ni plantas, ya que el planeta estaba muy contaminado, al ver esto se sorprendió y se quedó muy triste.
Regresó al presente, diciéndole a todos que paren de contaminar el planeta ya que el vio el futuro, y el planeta demasiado contaminado, pero al parecer, nadie lo creía.
Así que el lo comprobó mostrándoles a todos el amuleto, y de esta manera, le creyeron, así que empezaron a cuidar el planeta, cada vez más, y se dieron cuenta que el planeta estaba cada vez más limpio, más verde, y con mucha más abundancia de animales.
El conductor, decidió buscar al mendigo que le dio el amuleto, pero no lo encontró, a pesar de que lo buscaba todos los días, todas las noches, todo el año.
Y así pasó el tiempo, con el conductor buscando al mendigo, pero sin respuesta alguna.