Respuestas
Respuesta:
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, se evidenció un gran antagonismo entre los países occidentales,
encabezados por los Estados Unidos, y la Unión Soviética. Las Conferencias de Yalta y Potsdam habían
dividido Europa en dos zonas de influencia y estadounidenses y soviéticos estaban decididos a mantenerlas
y a impedir que su rival pudiese ganar nuevas posiciones.
Pero las discrepancias no consistían tan sólo en motivos territoriales o militares, sino que eran
fundamentalmente de tipo ideológico, ya que ambos Estados representaban dos modelos antagónicos de
organización política, social y económica: el capitalismo liberal (EE.UU.) y el socialismo comunista (URSS).
Para afianzar el control en sus respectivas zonas, Estados Unidos obligó a expulsar a los comunistas de los
gobiernos de coalición que se habían formado en algunos países de su área de influencia (Francia, Italia,
Bélgica y Dinamarca).
Por su lado, la URSS propició que el Partido Comunista se hiciese con el control exclusivo del poder en los
países bajo su influencia: Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, República Democrática
Alemana, Albania y Yugoslavia, en los que se instauraron sistemas comunistas inspirados en el soviético.
Respuesta:
La situación de México ante las crisis internacionales del siglo XX. Las relaciones establecidas por el Estado Mexicano con los demás países del mundo en el siglo XX, fueron muy complejas y diversas. Los procesos políticos, económicos, sociales y culturales dados en el resto del mundo, han influido mucho en el rumbo de México en la política internacional y determinado los principios que rigen esta política. El México posrevolucionario heredó la experiencia sufrida durante el siglo XIX con el exterior, en especial con los Estados Unidos y los países Industrializados de Europa y la capitalizó, diseñando una nueva manera de relacionarse con el mundo, en particular con los países con intereses económicos en México. Así, el país pudo aprovechar las grandes crisis.