Buscar en la Biblia un episodio donde se ve la ayuda de los ángeles hacia el hombre (Parafraseado)
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Jesús les ha dado a sus discípulos buenos consejos sobre cómo usar las riquezas. Pero no solo lo han escuchado ellos, también están presentes algunos fariseos, quienes deberían tomar en serio estos consejos, pues aman el dinero. Sin embargo, al oír las palabras de Jesús, empiezan a “hacerle gestos de desprecio” (Lucas 15:2; 16:13, 14).
Jesús no se deja intimidar, sino que les dice: “Ustedes son los que se declaran justos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que la gente considera muy valioso es repugnante desde el punto de vista de Dios” (Lucas 16:15).
“La Ley y los Profetas llegaron hasta Juan. Desde entonces se anuncia el Reino de Dios como buenas noticias, y todo tipo de personas avanza con empeño hacia él. En realidad, es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra que no que se quede sin cumplir un solo trazo de una letra de la Ley” (Lucas 3:18; 16:16, 17). ¿Cómo indican estas palabras que la situación está a punto de cambiar?
Los líderes religiosos judíos afirman con orgullo que siguen la Ley de Moisés. Recordemos que, cuando Jesús le devolvió la vista a un hombre en Jerusalén, los fariseos dijeron orgullosos: “Nosotros somos discípulos de Moisés. Sabemos que Dios le habló a Moisés” (Juan 9:13, 28, 29). Uno de los objetivos de la Ley de Moisés era conducir a las personas humildes hasta el Mesías, es decir, Jesús. Juan el Bautista lo identificó como tal al llamarlo el Cordero de Dios (Juan 1:29-34). Desde que Juan empezó a predicar, los judíos humildes de corazón, especialmente los pobres, han oído hablar del “Reino de Dios”. Así es, hay “buenas noticias” para todos los que quieren que el Reino de Dios los gobierne y disfrutar de las bendiciones que traerá.
A continuación, Jesús cuenta una historia que destaca el enorme cambio que está teniendo lugar. Habla de dos hombres y explica cómo su situación cambia por completo. Repasemos esta historia y tengamos presente que también la escuchan los fariseos, que aman el dinero y reciben muchos elogios de la gente.
Un hombre rico vestido de púrpura mira por la ventana
Jesús relata: “Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino, y llevaba una vida de placeres y lujo. Pero junto a su puerta solían dejar a un mendigo llamado Lázaro que estaba lleno de úlceras y que deseaba saciar su hambre con las cosas que caían de la mesa del rico. Hasta venían los perros y le lamían las úlceras” (Lucas 16:19-21).
No hay duda de que el hombre rico representa a los fariseos, ya que a ellos les encanta el dinero. A estos líderes religiosos judíos también les gusta vestirse con ropa costosa y elegante. Sin importar las riquezas materiales que tengan, parecen ricos porque disfrutan de muchos privilegios y oportunidades para servir a Dios. Pare como un hombre vestido de púrpura
LA SITUACIÓN DEL HOMBRE RICO Y DE LÁZARO CAMBIA
Lázaro al lado de Abrahán
Jesús ahora explica que las circunstancias de los dos personajes cambian totalmente: “Con el tiempo, el mendigo murió y los ángeles lo llevaron al lado de Abrahán. El rico también murió y fue sepultado. Y en la Tumba, en medio de tormentos, levantó la vista y vio a Abrahán de lejos y a Lázaro al lado de él”
del Reino que Juan anunció y que Jesús ha estado predicando por todo Israel (Mateo 3:1, 2; 4:17). De hecho, los irrita o atormenta ese mensaje, el cual indica que les espera un duro castigo de parte de Dios (Mateo 3:7-12). Los codiciosos líderes religiosos sentirían un gran alivio si Jesús y sus discípulos dejaran de anunciar el mensaje de Dios. Estos líderes son como el hombre rico de la historia, que dice: “Padre Abrahán, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy angustiado en las llamas de este fuego”
El hombre rico atormentado por el fuego
Pero eso no sucederá, pues la mayoría de los líderes religiosos no van a cambiar. No han querido escuchar a Moisés ni a los Profetas. Lo que estos escribieron debería haberles impulsado a aceptar a Jesús como el Mesías y el Rey prometido por Dios . Estos líderes tampoco son humildes ni se dejan convencer por las personas pobres que aceptan a Jesús y que ahora cuentan con la aprobación de Dios.
“Hijo, recuerda que en tu vida te saciaste de cosas buenas, pero Lázaro, por su parte, recibió cosas malas. En cambio, ahora él está aquí recibiendo consuelo, pero tú estás angustiado. Además de todo esto, se ha establecido un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieran pasar de aquí para el lado de ustedes no puedan, ni tampoco pueda la gente cruzar de allá para nuestro lado”