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Respuesta:
En la Edad Media el paso de escudero a caballero se hacía mediante una ceremonia que se conocía con el nombre de investidura. El aspirante era cubierto por una capa roja que representaba la sangre que estaba dispuesto a derramar y se le daban unas medias de color marrón, por la tierra que debía de defender, un cinturón blanco y una espada de dos filos (uno por la justicia y otro por la lealtad).
El aspirante con una rodilla en el piso como símbolo de humildad recibía del Rey un toque en el hombro con una espada. Las palabras que el Rey recitaba son las siguientes: “Recuerda al que te hizo caballero y te ha ordenado; despierta del malvado sueño y mantente alerta confiando en Dios” el investido juraba lealtad, honrar y ayudar a las damas e indefensos.
Merlín nombra a los participantes Caballeros con el nombre elegido en un inicio, les recuerda sus compromisos personales y grupales; que no son sólo un grupo de personas que se reúnen, sino una hermandad y que de ellos depende alcanzar todos sus ideales, sueños y metas, así como llevar el honor a su familia y empresa. Finaliza el evento agradeciendo por mostrar que todavía existen hombres y mujeres capaces de transformar su entorno.
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