Respuestas
Respuesta: El esqueleto es el sostén del cuerpo humano. Una estructura que soporta todo el peso del organismo y que es capaz de regenerarse no sólo en condiciones adversas, como una fractura, sino en un proceso permanente de renovación que se prolonga día a día y en el que unos hábitos de vida saludables, como la actividad física moderada o una dieta equilibrada, son factores fundamentales.
El cuerpo humano está compuesto por 206 huesos. Piezas duras y resistentes que componen el esqueleto y que están formadas por tejido conectivo constituido por células, componentes extracelulares calcificados, así como vasos, nervios y, en algunos casos, médula ósea. Asimismo, tienen capacidad de regeneración, de manera que cumplen importantes funciones en la protección de órganos vitales, como el cerebro o el corazón, y sustentan el movimiento del cuerpo, como estructura del aparato locomotor.
Explicación: Los huesos no sólo se renuevan cuando existe una fractura, se trata de un proceso que se prolonga a lo largo de toda la vida y que se basa en dos conceptos: la osteogénesis, que es la creación de tejido nuevo mediante los osteoblastos o células encargadas de producir, reparar y mantenerlo; y la resorción ósea, un procedimiento desarrollado por los osteoclastos, responsables, en este caso, de destruir las partes más deterioradas para favorecer la regeneración.
Respuesta:
El esqueleto es el sostén del cuerpo humano. Una estructura que soporta todo el peso del organismo y que es capaz de regenerarse no sólo en condiciones adversas, como una fractura, sino en un proceso permanente de renovación que se prolonga día a día y en el que unos hábitos de vida saludables, como la actividad física moderada o una dieta equilibrada, son factores fundamentales.
El cuerpo humano está compuesto por 206 huesos. Piezas duras y resistentes que componen el esqueleto y que están formadas por tejido conectivo constituido por células, componentes extracelulares calcificados, así como vasos, nervios y, en algunos casos, médula ósea. Asimismo, tienen capacidad de regeneración, de manera que cumplen importantes funciones en la protección de órganos vitales, como el cerebro o el corazón, y sustentan el movimiento del cuerpo, como estructura del aparato locomotor.
En concreto, en el organismo existen 35 millones de unidades básicas multicelulares y cada año se activan entre tres y cuatro millones, por lo que la estructura ósea se renueva totalmente cada 10 años. “Éstas actúan como equipos de trabajo, los osteoclastos van delante reabsorbiendo hueso deteriorado y los osteoblastos intervienen después haciendo hueso nuevo”, explica la investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red, Leonor Santos Ruiz. De esta forma, apunta la especialista, se consiguen dos objetivos: “Liberar calcio y fósforo a la sangre y remodelar el esqueleto de forma continua”.
“El hueso es un tejido cuya importancia se encuentra en su interior”, avanza Santos Ruiz. Y añade: “Su proceso de desarrollo comienza en las células que lo componen, creando a su alrededor una matriz extracelular formada por proteínas que interaccionan entre sí para generar los factores que determinan el crecimiento”.
Y es que, el hueso es un tejido dinámico y metabólicamente activo que sufre un continuo proceso de remodelado, otorgando al esqueleto su capacidad regenerativa y de adaptación funcional. “Este proceso se produce cada día, ya que tienen que lanzar parte de su contenido para que las células tengan calcio –fundamental, por ejemplo, para el movimiento de los músculos- y fósforo –clave en el funcionamiento del cerebro y para la fabricación de trifosfato de adenosina, ATP, la moneda de intercambio energético-“, sostiene la investigadora.
Explicación:
Espero que te sirva