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Debido a la preocupación por tener un peso saludable, el consumo de alimentos “light” ha crecido de manera impactante. La apreciación que se hace en el ritmo de vida actual parece falaz, no por una falta de funcionalidad sino por un consumo en exceso. ¿Qué hay detrás de los sustitutos de azúcar y grasa?
Se entiende por alimentos dietéticos aquellos que han sido modificados en su composición original mediante la adición, eliminación o sustitución de algunos de sus nutrimentos, tales como hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas y nutrimentos inorgánicos o minerales, y que forman parte de la dieta habitual. La finalidad de estos insumos es satisfacer las necesidades específicas de un determinado grupo de individuos con características determinadas.
Sin embargo, cuando se menciona el término –alimentos dietéticos– lo primero que viene a la mente son los alimentos llamados “Light”. Estos productos tienen un aporte energético menor (aproximadamente 30%) que el alimento natural, como resultado de la sustitución de las grasas y azúcares por compuestos hipoenergéticos. Por lo anterior, son alimentos que han sido modificados, pero que se consumen, cada vez con mayor frecuencia y en mayor cantidad, por una mayor preocupación por la figura y la salud.
Esto parecería ser una paradoja, ya que al mismo tiempo que hay una mayor conciencia por la salud y por mantenerse delgado, o incluso más que delgado, se tienen prevalencias muy altas de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónico degenerativas.
Este tipo de alimentos no debe ser necesario en aquellas personas que efectivamente siguen una alimentación adecuada, tanto en cantidad como en calidad y uno de los riesgos de estos alimentos es el mal uso y abuso que se hace de ellos, principalmente por desconocimiento de su misma naturaleza.
Tomando como base la clasificación de la NOM 086, se puede considerar que algunas de las principales modificaciones en cuanto a nutrimentos se pueden encontrar en las etiquetas de estos alimentos, y traducirse como (Adaptada de NOM-086-SSA1-1994):
- Lípidos
• Sin grasa: contenido de grasa menor a 0.5g /porción.
• Bajo en grasa: contenido de grasa menor o igual a 3 g/porción. Cuando la porción sea menor o igual a 30g, su contenido de grasa debe ser menor o igual a 3g/50 g de producto.
• Reducido en grasa: contenido de grasa por lo menos 25% menor en relación con el contenido de grasa sin alimento original o de su similar.
- Ácidos grasos saturados
• Bajo en grasa saturada: contenido de grasas saturadas igual o menor a 1g/porción y no más de 15% de la energía proviene de la grasa saturada. Cuando la porción sea igual o menor a 30g el contenido de grasa saturada debe ser menor o igual a 1g/100g de producto y menor de 10% de la energía proveniente de la grasa saturada.
• Reducido en grasa saturada: contenido de grasas saturadas por lo menos 25% menor en relación con el contenido de grasa saturada del producto original o de su similar.
- Colesterol
• Sin colesterol: contenido de colesterol menor de 2mg/porción y contenido de grasa saturada menor o igual a 2g/porción.
• Bajo en colesterol: contenido de colesterol menor o igual a 20mg/porción. Para porciones menores o iguales a 30g el contenido debe ser menor o igual a 20mg/50 g de producto.
• Reducido en colesterol: contenido de colesterol por lo menos 255 menor en relación con el contenido del producto original o de su similar y contenido de grasa saturada de 2g o menos por porción.
- Contenido energético
• Sin calorías: menos de 5 kilocalorías por porción.
• Bajo en calorías (energía): contenido menor o igual a 40 kcal/porción. Cuando la porción sea menor o igual a 30g su contenido energético debe ser menor o igual a 40 kcal/50g de producto.