Respuestas
1. Primero, analiza el daño y lava tus manos para evitar infecciones. Si no es grave puedes tratarlo, sino debes enfocarte en estabilizar y aplicar presión a la herida mientras solicitas ayuda profesional.
2. Detén el sangrado. Usa una pieza limpia de gasa, aplica presión sobre la herida y levántala para que esté sobre el corazón para evitar que la sangre llegue fácilmente ahí. Detener el sangrado puede tardar hasta 10 minutos.
3. Una vez que el sangrado se ha detenido, limpia el área con agua fresca. También limpia alrededor de la herida con jabón sin tocar la herida misma, ya que puede causar irritación. Si aún hay partículas o suciedad en la herida puedes usar pinzas limpiadas con alcohol para remover estas partículas.
4 Cambia el vendaje cada día o cuando esté húmedo o sucio, puedes usar gasa, o tu polera sin uso poniéndola en agua hirviendo antes para desinfectar. Mira por signos de infección, notando enrojecimiento del área, mayor dolor, calor, drenaje de liquidos.
5. Si crees que ha sanado lo suficiente remueve el vendaje y deja a descubierto ya que el aire acelerará la curación.
6. En caso de heridas profundas:
– Solo remueve partículas y no objetos de mayor tamaño. No la limpies aún si no has detenido el sangramiento. Asegurate de no hacer presión en el lugar que aún haya un objeto inserto o si la herida es en el ojo.
-Haz que la persona se recueste y tapala para prevenir pérdida de temperatura corporal.
-Nunca retires la gasa o cobertura, si la sangre empapa el vendaje coloca otro sobre este y continúa presionando el área de la herida para detener el sangrado.