Respuestas
Respuesta:perdon era este Mientras España seguía la evolución descrita, más allá de los Pirineos se acumulaban peligros que los regeneracionistas no podían imaginar siquiera en su beata admiración por "Europa", es decir, por Francia, Inglaterra y Alemania. Al lado de esos peligros, los problemas españoles eran casi insignificantes.
A pesar de su turbulenta historia, Escandinavia se mantenía como la parte más tranquila del continente. Finlandia estaba bajo dominio ruso, y en conjunto seguían siendo países pobres, pero experimentaban movimientos reformistas que, ayudados por una larga paz, los colocarían en el siglo XX entre los más prósperos de Europa. Un problema surgió cuando Noruega, que tras las guerras napoleónicas y por presión británica había pasado a unirse a Suecia, quiso independizarse en 1905. Suecia movilizó sus tropas, pero una oportuna advertencia de Londres impuso una separación "pacífica". Inglaterra, a su vez, tenía que afrontar la creciente resistencia irlandesa.
Las rivalidades entre Gran Bretaña, Francia y el II Reich alemán amontonaban los nubarrones. Alemania trataba de aislar a Francia por medio de la Triple Alianza con el Imperio Austrohúngaro y con Italia; Francia maniobraba para envolver a su vez a Alemania, dando lugar a la Triple Entente con Rusia y Gran Bretaña. Todos, menos Rusia, eran regímenes parlamentarios más o menos firmes y más o menos liberales, y en todos, excepto Gran Bretaña, existían potentes grupos revolucionarios e internacionalistas. Al mismo tiempo se habían formado enormes compañías y cárteles que interrelacionaban las economías de todos los países, con mutuas y crecientes penetraciones de capital. Los marxistas teorizaron que el capitalismo entraba en una etapa nueva, llamada de monopolismo o imperialismo, concentrándose según lo que había predicho Marx, proletarizando a la masa de pequeños propietarios y agravando las crisis económicas y para terminar en una conflagración por el reparto del mundo.