Las emociones en los conflictos
Es muy importante manejar las emociones en las situaciones de conflicto.
Recordemos el caso de Rosa y Raúl, visto en la actividad anterior.
Rosa se sintió triste porque pensaba que Raúl no le había querido invitar los
caramelos, pero no dijo nada, solo dejó de hablar con Raúl. Él, en cambio, aunque
también se sintió triste porque su hermana no le hablaba, se calmó y le preguntó
qué le pasaba.
¿Cuál de las dos formas de actuar ayudó a solucionar el conflicto?
Muchas veces, ante un conflicto, dejamos que nos gane la emoción: si sentimos
tristeza, nos quedamos callados, esperando que la otra persona se dé cuenta de
ello. Si estamos con enojo, gritamos o tratamos mal a la otra persona. También
ocurre que, por la emoción que sentimos, actuamos sin pensar en cómo afectan a
las demás personas nuestras acciones o palabras.
No podemos borrar los hechos o las palabras. Por ello, en un conflicto, es necesario
tomarnos unos segundos para calmarnos y manejar nuestras emociones. Así,
podremos pensar mejor antes de decir o hacer algo.
También es importante observar los gestos de la otra persona en conflicto, porque
ello nos permitirá entender lo que está sintiendo.
Entender nuestras emociones y las de la otra persona nos ayudará a buscar la
solución para el conflicto, como en el caso de Rosa y Raúl.
pregunta
o ¿Has sentido algunas de las emociones de las que se habla en la lectura?
o ¿Has probado usar algunas de las técnicas aprendidas en la semana 2 para poder
calmarnos y manejar nuestras emociones?
Respuestas
Respuesta:
Es muy importante manejar las emociones en las situaciones de conflicto.
Recordemos el caso de Rosa y Raúl, visto en la actividad anterior.
Rosa se sintió triste porque pensaba que Raúl no le había querido invitar los
caramelos, pero no dijo nada, solo dejó de hablar con Raúl. Él, en cambio, aunque
también se sintió triste porque su hermana no le hablaba, se calmó y le preguntó
qué le pasaba.
¿Cuál de las dos formas de actuar ayudó a solucionar el conflicto?
Muchas veces, ante un conflicto, dejamos que nos gane la emoción: si sentimos
tristeza, nos quedamos callados, esperando que la otra persona se dé cuenta de
ello. Si estamos con enojo, gritamos o tratamos mal a la otra persona. También
ocurre que, por la emoción que sentimos, actuamos sin pensar en cómo afectan a
las demás personas nuestras acciones o palabras.
No podemos borrar los hechos o las palabras. Por ello, en un conflicto, es necesario
tomarnos unos segundos para calmarnos y manejar nuestras emociones. Así,
podremos pensar mejor antes de decir o hacer algo.
También es importante observar los gestos de la otra persona en conflicto, porque
ello nos permitirá entender lo que está sintiendo.
Explicación paso a paso:
o ¿Has probado usar algunas de las técnicas aprendidas en la semana 2 para poder
calmarnos y manejar nuestras emociones?