Respuestas
Respuesta:
La discusión doctrinaria, no obstante, dista mucho de haber
terminado. En materia económica, las ideologías suelen seguir con
retraso a los acontecimientos o bien sobrevivirles demasiado. Es cierto
que el razonamiento acerca de las ventajas económicas de la división
internacional del trabajo es de una validez teórica inobjetable. Pero suele
olvidarse que se basa sobre una premisa terminantemente contradicha
por los hechos. Según esta premisa, el fruto del progreso técnico tiende a
repartirse parejamente entre toda la colectividad, ya sea por la baja de los
precios o por el alza equivalente de los ingresos. Mediante el intercambio
internacional, los países de producción primaria obtienen su parte en aquel
fruto. No necesitan, pues, industrializarse. Antes bien, su menor eficiencia
les haría perder irremisiblemente las ventajas clásicas del intercambio.
Explicación: