Respuestas
Respuesta:La experiencia de Pedro.
vamos a analizar una figura clave del Nuevo Testamento: el apóstol Pedro.
La llamada.
(Mc 3, 13-19)
Jesús elige a los doce apóstoles para q lo sigan y despues prediquen su palabra. Los doce apóstoles son: Pedro, Santiago de Zebedeo, juan, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago de Alfeo, Tadeo, Simón el Zelota, y Judas Iscariote.
(Jn 1, 40-42)
Andrés siguió a Jesús y oyó a Juan hablar del Mesías, entonces vió a su hermano Simón y le dijo que lo habían encontrado.
El descubrimiento.
(Mt 16, 13-18)
Cuando entró Jesús a Cesarea de Felipe, interrogó a sus discípulos preguntándoles que es lo que pensaban de él; entonces Simón le contestó diciéndole que él pensaba que era el Mesías, y oyendo esto Jesús, le comunicó que a partir de entonces se llamaría Pedro y que la iglesia sería construida sobre él.
(Mt 18, 21-22)
Se acercó Pedro a Jesús para preguntarle que cuantas veces tenía que perdonar a su hermano, y éste le contestó que lo debía perdonar, no solo siete veces, sino hasta setenta veces siete.
(Mt 15, 15-18)
Jesús intenta explicarle a sus discípulos, que el verdadero mal proviene del interior de la persona, porque es la que puede perjudicar, y sin embargo, todo lo que se ingiere no hace daño alguno.
(Mt 17, 1-4)
Jesús llevó consigo a un monte a Pedro, a Santiago y a Juan; ya allí, se transfiguró como si estuvieran en el cielo, como para mostrarles lo que significaba la vida eterna, y Pedro, viendo que le gustaba tanto aquello, propuso de quedarse a vivir allí, pero Jesús se negó, porque la realidad era lo que ahora tenían que vivir.
La adhesión.
(Mt 14, 25-32)
Estando Jesús andando por el lago, todos sus discípulos creyeron que era un fantasma, pero Jesús les dijo que no temieran que era él, entonces Pedro, como no se lo creía, le preguntó que si era cierto que si podía hacer que fuera hacia él caminando también sobre el lago, y Jesús le propuso que lo intentara; entonces éste comenzó a andar, pero como hacía viento pensaba que se iba a caer y le pidió ayuda a Jesús, éste le tendió su mano par ayudarlo y le dijo que podía confiar más en el.
(Jn 13, 6-9)
Jesús comenzó a lavarle los pies a sus discípulos, pero cuando se acercó a Simón, éste lo dijo que no permitiría que el señor le lavara a él los pies; a esto Jesús contestó que si no dejaba que se los lavara, entonces no podría contarlo entre los suyos, y el discípulo, tras oír las palabras de Jesús, no sólo le pidió que le lavara los pies, sino también la cabeza.
(Jn 13, 36-38)
Simón Pedro le explica a Jesús que quiere seguirlo y que daría la vida por él; pero éste al oír le contestó que no estuviera tan seguro de lo que acababa de decir, porque él le podía afirmar que antes de que cantara el gallo le habría negado tres veces.
Las infidelidades.
(Mc 14, 32-37)
Cuando llegó Jesús con sus discípulos a Getsemaní, los dejo allí velando mientras él iba a orar, porque sentía mucha tristeza; estuvo pidiendole al padre que no lo dejara pasar por aquel trance... ; cuando hubo terminado, volvió al monte a buscar a sus discípulos y al llegar, se los encontró a todos durmiendo, entonces le dijo a Pedro que si es que no había sido capaz de velar ni una hora.
(Tm 26, 69-75)
Estando Pedro sentado en el patio, se le acercó una criada diciéndole si conocía a Jesús, y éste lo negó; después le preguntó otra que pasaba por allí si era amigo de Jesús, y éste lo volvió a negar, y ya al cabo de un rato, cuando negó por tercera vez, sonó el gallo y entonces recordó las palabras que había tenido con Jesús: "antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces" y salió llorando amargamente.
El compromiso.
(Hch 2, 42-47)
Todos los creyentes vivían en una comunidad; lo compartían todo; partían el pan en las casas y compartían los alimentos con alegría y sencillez y así Jesús iba agregando personas al grupo de los creyentes.
(Hch 2, 22-24)
Se le dice a los israelitas que Jesús fue el hombre a quien Dios envió para enseñar su mensaje, y ellos lo mataron y lo crucificaron como si nada; pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte.
(Hch 2, 32-33)
Se les dice que todos somos testigos de que Jesús resucitó por obra de Dios y que lo sentó a su diestra despues de haber recibido la promesa del Espíritu Santo.
(Hch 2, 37-38)
Cuando todos se dieron cuenta de lo que habían hecho con Jesús, se pusieron compungidos ante Pedro preguntándole que qué podían hacer, a esto, Pedro les contestó que se bautizasen en el nombre de Jesucristo y de este modo podrían recibir el don del Espíritu Santo.
(Hch 1, 12-14)
Cuando todos volvieron a Jerusalén desde el monte del olivar, que estaba cerca de allí, fueron a donde vivían Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hilo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo, y los encontraron allí orando entre todas las mujeres, incluida María la madre de Jesús.
Dios es el ser que ha dado su vida por nosotros, los hombres.