Respuestas
Aunque no parezca una tema económico, explorar lo ocurrido desde la perspectiva de la deuda es revelador. Todo el proceso fue impulsado por la deuda.
Empezó en China
Aunque quizás estamos acostumbrados a pensar que la Economía moderna nació con los viajes de Cristóbal Colón y la Conquista española de América, la cadena de eventos que llevó al nacimiento del sistema mundial basado en metal empezó realmente en China, bajo la dinastía Ming, en el siglo XIV. Durante siglos China había sido la más próspera, más tecnológicamente avanzada pero también la más ingobernable esquina del continente euroasiático. De hecho, las colonias quizás no habrían sido viables de no ser por la altísima demanda de plata durante los siglos XVI y XVII desde China. La misma China tuvo su propia era de exploración, con los viajes del famoso almirante Zheng He, cuyas flotas recorrieron los océanos entre 1405 y 1435.
La traición
Cortés incluso insistió en que a los hombres que habían luchado con él les cobraran los equipos y cuidados médicos que hubieran recibido durante la guerra. La mayoría de ellos terminaron endeudados por esa campaña, de acuerdo a Bernal Díaz del Castillo, quien acompañó a Cortés durante la Conquista. Cortés consiguió lo que quería... deshonrosamente. Hubo serias quejas acerca de esto y el único remedio que Cortés proveyó fue nombrar dos personas de confianza, que sabían cuáles eran los precios de las cosas y podían valorar todo lo que habíamos comprado a crédito.
Motivados por las deudas
Los que habían sido sujetos de los conquistadores quedaron tan endeudados con los que se habían convertido en sus nuevos patrones que la mayoría nunca pudo escapar de la trampa de la deuda. Incidentalmente, Cortés tampoco lo logró jamás. Nadie sabe muy bien por qué pero al final de su vida Cortés estaba tan acosado por sus acreedores que fue forzado a volver a España para rogarle en persona al rey que lo ayudara en «su miseria y pobreza».
Una moralidad que predomina
La deuda puede crear una moralidad tan absoluta que todas las otras consideraciones morales sencillamente se desvanecen. Los conquistadores dan un excelente ejemplo del horror que puede desatarse al permitir que la deuda crezca sin control. La deuda, de hecho, era un rival moral.