Respuestas
Explicación:
Tal vez esta situación te resulte familiar. Una chica dice estar muy feliz con su nueva pareja. Él se preocupa mucho por ella, la llama varias veces al día y pasan mucho tiempo juntos. Ella está muy contenta de que él la cuide tanto.
También le aconseja mucho, le habla sobre política, finanzas, sobre cómo hablar con otras personas, opina sobre sus amigos. Ella lo escucha embelesada, admirando su sabiduría.
Pero al poco tiempo, la etapa de “enamoramiento” se termina y ella se da cuenta de cómo es él realmente. Controla sus movimientos todo el día, le dice con quién puede estar y con quién no y le indica cómo debe hacer las cosas. En resumen, es absorbente y posesivo. No le permite ser ella misma.
¿Y qué hace ella? Nada, continúa aceptando este tipo de “amor”, porque “ella lo ama”. A pesar de su malhumor cuando la comida no ha quedado rica, a pesar de sus celos cuando visita a sus amigas, a pesar de que no le permite usar falda, a pesar de le hace daño ella no lo abandona, porque “lo ama”.
Lo que sucede es que la palabra “amor” tiene varios significados diferentes y hay varias clases de “amor”. Estas son tres de ellas:
Amor romántico
Es el típico de la etapa de enamoramiento y, aunque es completamente normal, es un amor fantasioso, donde se idealiza a la otra persona, donde todo es color de rosa. (“¡Realmente es la persona que siempre he soñado! ¡Es perfecta!”). Pero cuando esta etapa termina, algunas parejas se separan y otras transforman su amor en algo más profundo.
Este camino convergente o divergente se tomará en función del vínculo establecido, de la importancia de los intereses, metas, valores vitales y actividades en común.
Amor profundo
Es el que se basa en el respeto, el cariño, la confianza y la empatía. Se respetan las diferencias, lo conflictos se trabajan y se solucionan. Se respeta la individualidad de cada uno. El amor crece y se profundiza. (“Conozco tus defectos y debilidades, y aun así te amo. Te acepto tal cual eres.”)
Amor adictivo o enfermizo
Se basa en la desesperación. No es posible vivir sin la otra persona, a pesar de que estar a su lado ya no es agradable. A pesar de las críticas y las faltas de respeto, a pesar de que te hace daño, lo amas y no puedes abandonarlo, pues ¿qué sería de ti sin él? (“Si me abandonas, moriré. No concibo la vida sin ti. ”)
Lo primero es reconocer la situación y llamar las cosas por su nombre. Posiblemente no se trate de amor, sino de una adicción. ¿Temes perder a tu pareja, temes estar solo, tienes miedo de salir de tu zona de confort?
Después de que que hayas reunido el coraje suficiente para admitir el problema, el siguiente paso puede ser buscar ayuda psicológica a través de un terapeuta que te brinde el apoyo que necesitas para terminar esta relación que te hace tanto daño.
En el futuro, seguramente, serás capaz de construir una relación amorosa que, a medida que el tiempo pase, crezca y se fortalezca. Una relación donde exista amor, pero real y maduro, que enriquezca la vida de los dos. Gracias :D.