• Asignatura: Salud
  • Autor: rt004429ozjgfh
  • hace 7 años

Alguien me explica como funciona la via de procesamiento y presentación de antígenos MHC

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Respuesta dada por: leandrocombayepb2apq
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Nose mn ponte a estudiar

Respuesta dada por: AntonellaBriyitte
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Para que un linfocito T reconozca un antígeno a través de su TCR hace falta que ese antígeno sea digerido intracelularmente hasta convertirlo en péptidos, y que éstos sean expuestos en el surco de moléculas MHC del propio haplotipo. En este tema veremos pues estos dos aspectos interconectados a los que acabamos de aludir:  Procesamiento del antígeno: es la degradación del antígeno proteico hasta péptidos. Presentación del antígeno procesado: es la asociación de algunos de esos péptidos con moléculas codificadas por genes del complejo principal de histocompatibilidad (MHC). Las moléculas MHC de clase I, en una situación normal se unen a péptidos derivados de moléculas propias, y en el caso de infección por un parásito intracelular (virus, ciertas bacterias, protozoos) se unen a péptidos derivados de proteínas del patógeno. En ambos casos los péptidos derivan de procesamiento citosólico del antígeno endógeno.  Las moléculas MHC de clase II se unen a péptidos derivados de antígenos exógenos que previamente han sido introducidos en la célula presentadora por endocitosis o fagocitosis, y que son sometidos a procesamiento endocítico.  9.2 ESTUDIOS CLÁSICOS SOBRE EL PROCESAMIENTO Y PRESENTACIÓN ANTIGÉNICOS 9.2.1  Restricción de las células T por el haplotipo propio MHC La restricción de las células T por el haplotipo propio del MHC es el hecho de que los linfocitos T (sean los CD4+ o los CD8+) sólo pueden reconocer al antígeno cuando viene presentado (como péptidos) en la membrana de una célula con MHC propio (de clase II para los linfocitos CD4+, y de clase I para los linfocitos CD8+).  Descubrimiento de la restricción por MHC-II: por los experimentos de Rosenthal & Shevach, a mediados de la década de los 70 (a estudiar en las clases de problemas) Descubrimiento de la restricción por MHC-I: por los experimentos de Zinkernagel & Doherty (1974) (también los veremos en clases de problemas).(Por cierto, que acaba de concederse el Premio Nobel a estos dos investigadores). 9.2.2 Descubrimiento del papel de las células presentadoras de antígeno Hacia mediados de los años 60 los inmunólogos tenían datos que indicaban que las células B y las células T reconocen el antígeno mediante mecanismos diferentes, pero esto chocaba con la idea de la época de que el sistema inmunitario reconoce el antígeno en su configuración nativa. Los experimentos de Gell & Benacerraf eran los que llevaban a la paradoja que tardó tiempo en ser resuelta:  Estos autores inyectaban proteína nativa en un animal, lo que inducía una respuesta primaria, tanto humoral como celular. La respuesta humoral secundaria sólo se podía inducir con antígeno nativo. Pero la paradoja llegaba al comprobar que la respuesta celular secundaria se podía provocar tanto con antígeno nativo como con antígeno desnaturalizado. Hasta los años 80 no se pudo resolver este enigma inmunológico, en unos experimentos clásicos que pasamos a comentar:

Ponemos en contacto células presentadoras de antígeno (APC) con un antígeno proteico nativo; incubamos de 1 a 3 horas; fijamos con formaldehido (lo cual detiene el metabolismo celular); finalmente añadimos células TH. Comprobamos que se produce la activación de dichos linfocitos T colaboradores. Ahora la fijación de las APC la hacemos antes de la incubación con el antígeno: tras fijar las APC con formaldehido, añadimos el mismo tipo de antígeno, incubamos como antes, de 1 a 3 horas, y finalmente añadimos las células TH. Ahora no hay activación de estos linfocitos colaboradores. La tercera variante del experimento recurre, al igual que la nº 2 a fijar las APC antes de añadir antígeno, pero ahora, este antígeno está en forma de péptidos (ya no se trata del antígeno nativo); tras incubar el tiempo preceptivo, añadimos los linfocitos TH, y el resultado es que hay activación de éstos. Veamos lo que podemos concluir de estos experimentos: De la prueba nº 1 podemos concluir que las células presentadoras tardan de 1 a 3 horas para procesar y desplegar en superficie el antígeno.  Comparando la prueba nº 2 con la primera, sabemos que se necesita la actividad metabólica de esas células presentadoras para presentar el antígeno (ya que si paramos su metabolismo, no pueden presentar).  Si "leemos" conjuntamente los datos de la prueba nº 3 con las dos anteriores, la conclusión final es que el procesamiento del antígeno por las APCs es un proceso metabólico que digiere las proteínas a péptidos, los cuales pueden ser desplegados en la membrana de dichas células presentadoras junto con moléculas del MHC-II. Por las mismas fechas se vio que los linfocitos T matadores (citotóxicos, TC), al contrario de lo que se esperaba, reconocen a menudo mejor las proteínas internas de los virus, y que ello dependía de que en realidad reconocen péptidos lineares de esas proteínas desplegados en la superficie de células diana (junto con moléculas MHC de clase I

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