Respuestas
Respuesta:Siglo XII: La superautopista eclesiástica
Cientos de nuevos monasterios, establecidos por hombres que buscaban una mayor comprensión de Dios, desencadenaron una explosión en la diseminación del conocimiento.
Siglo XIII: El poder del dinero
A medida que surgieron nuevos mercados en Europa el dinero en efectivo comenzó a rivalizar con la propiedad de la tierra como principal fuente de poder.
Explicación:
Podrías pensar que los monjes, habiéndose retirado del mundo, no podrían tener un gran impacto en lo que sucedía fuera de sus claustros. Sin embargo, tantos monasterios fueron fundados en este siglo que dejaron una importante huella.
En Inglaterra y Gales el número de casas religiosas se quintuplicó, de menos de 140 a más de 700. En todo el continente, las órdenes monásticas se convirtieron en las primeras organizaciones paneuropeas de Europa.
¿A qué se debió esto? Una de las razones fue la mayor estabilidad que brindaban los castillos; otro fue un ligero cambio en el clima, el Período Cálido Medieval, que permitió la producción de más cultivos, la creación de más excedentes y el aumento de la riqueza de los señores feudales que poseían la tierra.
Pero también había un dinamismo dentro de la iglesia misma, impulsado por un deseo generalizado de entender a Dios.
El éxito de la primera orden monástica organizada, los cluniacenses, inspiró la creación de otras órdenes de ascetismo cada vez mayor, como los cistercienses y los cartujos.
Mediante el establecimiento universal de un sistema parroquial la influencia de la Iglesia en el pueblo aumentó enormemente. Y la poderosa idea del Purgatorio se extendió por toda la cristiandad.
Los monjes difundieron el conocimiento por el mundo.
En la década de 1170 la gente creía que no necesariamente iría al cielo o al infierno tras su muerte, sino que la mayoría de ellos se encontrarían temporalmente en el limbo.
Los monasterios que fundaron, las misas cantadas por sus almas y las peregrinaciones que emprendieron tenían como fin ayudar a sus almas a subir la escalera al cielo. O al menos mejorar sus posibilidades de evitar el infierno.
Los vínculos entre todos estos monjes y los cánones de la catedral se pueden comparar con el poder de internet en nuestros días. Los monasterios y las escuelas tenían bibliotecas en las que almacenaban información.
Les enseñaron a los hombres a leer y facilitaron la composición de nuevos textos y la copia de los viejos, creando y preservando el conocimiento.
Los monjes viajaron entre monasterios, especialmente entre casas de la misma orden, difundiendo noticias y compartiendo las últimas obras teológicas, científicas e históricas.
Como resultado, cuando los estudiosos comenzaron a traducir la sabiduría de los escritores griegos y romanos antiguos de las copias árabes en el sur de España y Sicilia, hubo una red a través de la cual se pudo difundir este conocimiento.
El redescubrimiento de las obras de escritores como Aristóteles y Ptolomeo obligó a los estudiosos, muchos de los cuales eran clérigos, a repensar los principios del conocimiento.
Siglo XIII: El poder del dinero
Puede que tú des por sentado tener monedas en tu bolsillo, pero hubo un momento en que las personas apenas usaban dinero.
El trueque desempeñó un papel importante en las transacciones a principios de la Edad Media y las obligaciones feudales eran aún más importantes.
Sin embargo, a medida que la población creció y los mercados se establecieron para satisfacer las necesidades de las personas, el dinero se convirtió casi en la única forma de hacer negocios.
Alrededor de 1.400 nuevos mercados se fundaron en Inglaterra a lo largo del siglo XIII, además de los 300 que ya existían.
El mercado marcó una enorme diferencia en la calidad de vida de las personas. Mientras que anteriormente tenían que fabricar muchos artículos en la casa, ahora podían comprarlos.
En mercados de la ciudad y ferias podían tener, por primera vez, acceso a artículos más exóticos. En 1300 el azúcar y especias como la pimienta, la canela y el clavo comenzaron a aparecer en Francia e Inglaterra, junto con la seda y tintes previamente inimaginables.
Para facilitar el crecimiento del comercio se acuñaron monedas de mayor denominación. Los italianos fueron pioneros en la banca, con sucursales en la mayoría de las capitales europeas.
En el transcurso del siglo la estructura feudal de la sociedad, en la cual la tenencia de la tierra era el factor más importante, llegó a rivalizar con el poder del dinero.