Ensayo sobre el indice de desarrollo humano propuestos por la onu y logros de Venezuela en la materia
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Amplias desigualdades en el bienestar de las personas ensombrecen el progreso continuado en el desarrollo humano
Según el último Índice de Desarrollo Humano, las personas de los países con un desarrollo humano muy alto viven de media 19 años más que aquellas del grupo de países con desarrollo humano bajo y su tiempo de escolarización es de siete años más.
Nueva York, 14 de septiembre de 2018 – Noruega, Suiza, Australia, Irlanda y Alemania lideran el ranking de 189 países y territorios en el último Índice de Desarrollo Humano (IDH), publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mientras que Níger, la República Centroafricana, Sudán del Sur, el Chad y Burundi han recibido las puntuaciones más bajas en la medición del IDH, que refleja los logros nacionales en materia de salud, educación y nivel de ingresos.
A nivel global, la tendencia general es de una mejora continuada en materia de desarrollo humano, con muchos países ascendiendo de categoría. De los 189 países para los que se calcula el IDH, 59 se encuentran en la actualidad en el grupo de desarrollo humano muy alto, y solo 38 países pertenecen al grupo de IDH bajo. Hace tan solo ocho años, en 2010, estas cifras eran de 46 y 49 países respectivamente.
Irlanda ha experimentado el mayor ascenso en la clasificación del IDH, para el periodo 2012- 2017, escalando13 puestos; seguida de Turquía, la República Dominicana y Botswana que también han subido ocho puestos en la clasificación. Los tres descensos más pronunciados en el ranking del desarrollo humano están protagonizados por países en conflicto: la República Árabe Siria experimentó el mayor descenso en la clasificación según el IDH (27 puestos), seguida por Libia (26 puestos) y Yemen (20 puestos).
Los movimientos en el IDH están motivados por cambios en materia de salud, educación e ingresos. La salud ha mejorado considerablemente, tal y como se refleja en la esperanza de vida al nacer, que ha aumentado casi siete años a nivel global desde 1990. África Subsahariana y Asia Meridional han logrado los mayores progresos, en este ámbito, al experimentar un aumento de alrededor de 11 años. Asimismo, los niños que se encuentran en edad escolar en la actualidad pueden esperar permanecer en la escuela durante 3,4 años más que los de 1990.
La desigualdad entre los países y dentro de ellos sigue siendo un lastre para el progreso.
Los niveles promedio del IDH han aumentado de manera considerable desde 1990 - un 22% a nivel global y un 51% en los países menos desarrollados-, lo cual significa que, de media, las personas hoy viven más, tienen un nivel educativo más alto y cuentan con mayores ingresos. Sin embargo, sigue habiendo diferencias importantes en el bienestar de las personas de todo el mundo.
Un niño nacido hoy en Noruega, el país a la cabeza del IDH, tiene una esperanza de vida de más de 82 años y estará escolarizado durante casi 18 años. Mientras que un niño nacido en Níger, el país que ocupa el último puesto en el IDH, tiene una esperanza de vida de 60 años y estará escolarizado solo durante cinco. Estas diferencias tan reveladoras son un patrón que se repite.
“En promedio, un niño nacido en un país con un índice de desarrollo bajo tiene una esperanza de vida de poco más de 60 años, 19 años menos que un niño de un país del grupo de desarrollo humano muy alto, donde la esperanza de vida media es de casi de 80 años. De igual forma, los niños de los países con desarrollo humano muy alto permanecerán escolarizados durante siete años más que los que viven en países con desarrollo humano bajo”, afirma Achim Steiner, Administrador del PNUD. ”Si bien estas estadísticas presentan por sí mismas una cruda imagen, hablan también de la tragedia de millones de personas cuyas vidas se ven afectadas por la desigualdad y la pérdida de oportunidades, y ninguna de estas resulta inevitable”.
Un análisis desglosado de los indicadores del IDH muestra una distribución desigual de los logros en educación, esperanza de vida e ingresos también dentro de los países. El índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad nos permite comparar los niveles de desigualdad dentro de cada país: cuanto mayor es esta desigualdad, mayor es el descenso del IDH del país.
A pesar de que muchos los países se registran niveles de desigualdades importantes, incluidos algunos de los más ricos, estas disparidades causan mayores estragos en los países con niveles de desarrollo humano más bajos. Así, los países con desarrollo humano bajo y medio pierden, respectivamente, un 31 y un 25% de su nivel de desarrollo humano debido a la desigualdad, mientras que, en el caso de los países con un desarrollo humano muy alto, la pérdida promedio es del 11%.