Respuestas
Respuesta:
La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas –ríos, lagos, embalses, acuíferos, humedales o mares- se produce como resultado de la actividad del hombre, con la que se introducen sustancias que modifican su composición y deterioran su calidad, dificultando su uso e imposibilitando además que cumpla su función ecológica.
Conocer qué elementos pueden contaminar el agua y cuál es su papel en el deterioro de su calidad es fundamental para anticiparse al origen de posibles desastres medioambientales y poder prevenir los devastadores efectos que podrían producir tanto en el medioambiente como en la salud humana.
En este sentido, es clave incidir en la importancia de tratar adecuadamente, y en función de sus características, las aguas residuales antes de verterlas a un curso de agua no contaminada para evitar así poner en riesgo el ecosistema acuático y la transmisión de enfermedades a través de la cadena alimentaria.
Explicación:
La contaminación de las aguas puede deberse a la presencia de: Agentes patógenos
Son entidades biológicas -bacterias, virus, parásitos u otros organismos- capaces de producir enfermedades en el ser humano, en los animales o en los vegetales. En el caso del agua, estos microbios suelen proceder de los desechos de carácter orgánico que se han vertido en ríos, lagos o embalses sin haber sido tratados previamente, y de forma adecuada, para reducir su carga contaminante.