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Respuesta:
Uno de los objetivos principales en el establecimiento de espacios protegidos es mantener y favorecer el desarrollo de paisajes naturales. Pero ese objetivo sólo puede alcanzarse a partir de un análisis de los diversos factores que han condicionado la dinámica de los procesos de regeneración del paisaje desde una perspectiva territorial global y de la integración de los espacios protegidos en una planificación de territorios más amplios y no como simple resultado de una bipolarización territorial. Se considera que el factor humano es clave para entender la dinámica reciente del paisaje protegido, tanto desde una perspectiva histórica como actual. Es preciso comprender que el paisaje protegido es resultado tanto de las condiciones naturales como de la actividad humana, y que las transformaciones actuales están condicionadas tanto por esta historia como por el plan de gestión del espacio protegido.
Explicación:
A partir de la década de 1950 se produjo en España un progresivo abandono de las actividades agrosilvopastorales tradicionales y extensas superficies quedaron sin un aprovechamiento directo. Este proceso afectó de manera especial aquellos espacios poco rentables, sobre todo en áreas de montaña. A su vez, la población iba concentrándose en los núcleos de población existentes y cerca de los centros industriales. El desarrollo urbanístico de las ciudades capitales fue grande, de modo que surgieron nuevas necesidades y servicios.
A causa de la gran concentración demográfica y de las condiciones de vida en las ciudades pronto se manifestó la necesidad de espacios verdes para actividades de ocio y esparcimiento. Aparecieron empresas que canalizaron esta demanda a través de la oferta de residencias secundarias construidas en los entornos forestales de las ciudades.
Las urbanizaciones con planes urbanísticos deficientes e ilegales emergieron por doquier en los ámbitos periurbanos, como en el caso de Barcelona, que será objeto de análisis en el presente escrito. Los responsables de los municipios afectados veían con buenos ojos el establecimiento de estas nuevas urbanizaciones, o no actuaron con prontitud para su control.
Se construyeron preferentemente en las vertientes de las montañas próximas, a menos de 80 km de Barcelona, a excepción de las franjas costeras en donde se superó esta lejanía urbana, como en la Costa Brava. Al mismo tiempo se construyeron puertos deportivos, complejos de apartamentos, cámpings y otros servicios de ocio como parques acuáticos y parques de atracciones, cuyo exponente máximo es Port Aventura en los municipios de Salou y Vilaseca (Tarragona).
Ante el beneplácito o permisividad de los responsables políticos, diversos grupos sociales expresaron su desacuerdo y rechazo a esta nueva ocupación desordenada del territorio. La sensibilización social se extendió y alcanzó a algunos poderes políticos, los cuales se vieron obligados a actuar, en especial respecto a la protección de espacios considerados de mayor interés ecológico y paisajístico. Su respuesta se concretó en el establecimiento de espacios protegidos.
En el entorno de Barcelona se desarrolló un plan de parques naturales bajo la tutela de la Diputación Provincial. Se crearon parques naturales en todos los conjuntos montañosos de la Cordillera Costera Catalana: Sant Llorenç del Munt-Obac, Montseny, Montnegre-Corredor, Garraf y Montserrat.
Con los cambios políticos de finales de la década de 1970 se consolidó esta tendencia. Por una parte los gobiernos locales eran más sensibles ante el impacto ecológico y paisajístico de las urbanizaciones y conscientes de la necesidad de la creación y potenciación de los espacios protegidos. Pero sus opciones no solamente se rigieron por la conservación, sino, y sobre todo, por dar respuesta a la creciente necesidad de espacios verdes para la población urbana del área metropolitana de Barcelona. Los municipios con mayor población y la Diputación estaban gobernados por miembros de un mismo partido político. Bajo la bandera de la protección y conservación se consiguieron espacios para el ocio libre de sus ciudadanos; fue la justificación de la protección de los sistemas naturales la que permitió frenar la especulación urbanística y la extensión de las urbanizaciones por las montañas.
Espero que te ayude uwu
Respuesta:
la agricultura, la sivilcutura, el pastoreo, la urbanizacion y la extraccion del pretoleo
Explicación: