Respuestas
Respuesta:
Hipótesis I, invasión y cambio de gobierno. EEUU prepara el terreno de la opinión pública internacional (como lo viene haciendo desde hace varios años) y genera un falso positivo que desencadena la operación militar ya planificada (como de hecho se ha recientemente ensayado en varias oportunidades).
Las fronteras con Colombia y Brasil son los ejes de cerco militar, en especial la primera. La modernización llevada a cabo por las fuerzas armadas colombianas con el objetivo de convertirlas en una fuerza multimisión aún no pueden hacerle frente a la capacidad de la aviación venezolana, por lo que necesitaría apoyo aéreo y terrestre estadounidense (con la consiguiente movilización de tropas hacia Colombia, como presuntamente se hizo). Desde el Mar Caribe y en conjunto con el uso de facto de la base de Manta en Ecuador (cedida de nuevo por Lenín Moreno) se podría crear una zona de exclusión aérea contra Venezuela.
El control de los pasos de entrada por el Mar Caribe desde las bases de Guantánamo en Cuba, la misión de la MINUSTAH en Haití y desde Puerto Rico impedirían la posible llegada de ayuda militar desde Rusia, atizando un probable enfrentamiento en aguas internacionales. La entrada desde Colombia de fuerzas irregulares, y luego de fuerzas regulares buscaría aislar la media luna, con prioridad sobre el Zulia por su salida hacia el Caribe y el resguardo de los campos petroleros allí ubicados. Desde las bases de Curazo (Hato Rey), Aruba (Reina Beatriz) y Bonaire se podría emprender una acción aérea contra Caracas y otras capitales, así como defender la salida y entrada del golfo de Venezuela en el Zulia. Al bloqueo aéreo y el bombardeo de población civil (para crear caos) y puntos estratégicos (como el mismo palacio de Miraflores, y de servicios vulnerables como la electricidad), le seguiría un intento de activar los factores reaccionarios de las Fuerzas Armadas venezolanas para quitar (parcialmente) el apoyo al gobierno, así como declaraciones de factores de oposición (como Juan Guaidó y otros personajes) anunciando la sustitución del gobierno y aceptando la entrada de fuerzas militares extranjeras.
A lo interno, la resistencia militar efectiva tendría que articularse en una resistencia popular (milicias y otros cuerpos populares armados) ante una llegada de tropas estadounidenses y colombianas, en especial en la frontera y en la capital; el apoyo de Nicaragua y especialmente de Cuba sería fundamental en un proceso de resistencia armada. En el sur del país la entrada de tropas por la frontera brasilera sólo sería factible una vez alcanzada posiciones estratégicas en la frontera colombiana y en la capital. Si el gobierno de Venezuela ve vulneradas sus posiciones en la media luna y la posibilidad de invasión por el sur del país, no dudaría en explotar y dejar inoperante buena parte del parque industrial petrolero de la FAPO (tal y como propuso el constituyentista Fernando Travieso). Lejos de estabilizar el país, con una invasión la conflictividad social aumentaría y podría traer aparejada una guerra civil con la activación del fascismo de amplios sectores de la sociedad civil (incluyendo clases trabajadoras). A nivel internacional una acción de invasión agudizaría los escenarios de guerra que mantiene Estados Unidos, especialmente en medio oriente y el Sur de Asia. Ante la imposibilidad de enviar ayudar militar directamente a Venezuela, Rusia e Irán podrían iniciar una escalada en medio oriente para defender a Siria y desactivar militarmente a Israel. Este último también podría aventurar alguna incursión militar contra Teherán e incluso contra Iraq. Por su parte, Corea del Norte podría aprovechar el aumento de la conflictividad social para amenazar las posiciones de Estados Unidos en el pacífico, incluyendo ataques con los cohetes de largo alcance recientemente desarrollados, lo que traería una reacción militar de Japón y posiblemente de Corea del Sur.
En cualquier caso, una invasión a Venezuela traería aparejada una intensificación de los conflictos bélicos a escala internacional que Estados Unidos no está en posición de asumir sin perder notablemente sus intereses y las posiciones que ha alcanzado en dichas regiones.