Me pueden ayudar a escribir una carta para un amigo contando la tercera resignación del libro ojos de perro azul
LA NECESITO URGENTE !!!!!!!!
Respuestas
Querido amigo: Fecha aquí
No hablamos hace un tiempo. Extraño tus comentarios graciosos y que me ayudes a pasar las tardes en compañía. Ahora que no puedo verte a diario, he tenido que buscar algo con qupe distraer mi mente. Pero no te aburmes, no pienses que he vuelto a caer en el vicio de procrastinar sin pena alguna, que tú sabes cómo me deprime el aburriemiento, pues me lleva a pensar en la vida y sus inevitables etapas. En su lugar, he leído, para mantener la mente ocupada, pero lo que he leído me ha resultado casi como ponerme a pensar en la vida, y es que se trata de un cuento algo curioso.
Se llama «La tercera resignación» de García Márquez. Es un cuento donde se habla de un joven atrapado en una especie de estado vegetativo. Imagina que un día eres un niño de siete años, tranquilo, y después... ¡Bum! caes muerto. Pero no estás muerto, muerto si no que te hayas en una especie de estado donde tu "alma", "espíritu" o, venga ya, tu "yo" interno es capaz de pensar. Tu mente sigue activa mientras tu cuerpo se mantiene inmóvil.
Eso le ha pasado al chico del cuento, que queda en su casa, viendo pasar 18 años desde su curioso estado, mientras su madre lo cuida. Porque desde que cayó en "su primera muerte" ella lo ha ido velando a diario, escondiéndolo de extraños y aseándolo mientras su cuerpo inmóvil crecía y su espíritu se aburría.
Pero también toca otro miedo profundo. ¿Recuerdas aquella vez en que me hablaste de cómo desearías ser cremado a enterrado, por el miedo que te producía estar en una caja? Pues en la historia pasa eso. La madre había cuidado del cuerpo, pero este maduró y ella perdió la única señal que le daba este cuerpo de que su hijo seguía "vivo": había dejado de crecer.
Al joven no le molesta en un principio, cuando cree que podrá tener paz al fin, pero de repente despierta un día, sin poder moverse, oliendo su propio cuerpo podrirse y con la certeza de que será enterrado vivo. Termina con él asustado y resignado con la idea de que (a ojos de todos) ya no está vivo.
Pero sus pensamientos están ahí, y sus sentimientos. ¿Cómo puede un muerto sentir miedo? Claro, es una idea aterradora.
Por eso te necesito de vuelta. Espero, amigo mío, nos veamos pronto, para que podamos charlar sobre cosas como esta.
También espero me cuentes qué has hecho tú en este tiempo, ¿en qué te has entretenido?
Espero tu respuesta con ansias.
Con cariño, tu querido (a) amigo (a) ______
Espero que esté bien. Si necesitas que cambie algo, me dices. Igual me gustaría saber si la consideras excesivamente larga.