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Respuesta:
Era lúcido y decidido, pletórico de energía.
Se encaminó hacia la puerta, pletórico de energía.
Esto está sencillamente pletórico de vida – pensó-.
Arrodillándose, el pletórico caballero observó el origen de los rayos y quedó abrumado.
A pesar de su agotamiento, estaba pletórico de felicidad y excitación y no tenía ganas de regresar aún.
Volvían cariacontecidos, serios, procurando guardar las apariencias delante del pequeño, que, por supuesto, estaba pletórico.
El Devastador, uno de los más poderosos demonios que existían, estaba allí, en pie, pletórico de fuerza, y los miraba a ellos.
Siempre con su gorro turco o Fez, la negra pipa en la boca, pletórico, harto y un poco asmático, parecía la imagen del sensualismo y de la brutalidad.
Pletórico de deleite, se alejaba a caballo de la Casa del Paraíso cuando se encontró con una partida de caza conducida por el rey, que volvía al palacio.