Lee esta carta de una lectora de el diario El periódico:
“Me da vergüenza reconocer que prefiero estar confinada. Que aquí, en casa, privada de libertad, me siento segura. Que me asusta la calle y la gente, y que el aire que voy a respirar me da miedo. Que me aterra tocar el suelo y pensar que en la suela de mis zapatos puede estar el virus, que llevaré mascarilla para no respirar el aire directamente, que usaré guantes e intentaré no tocar nada.
Me da miedo pensar que ahora mis padres y abuelos, que estaban seguros en casa, que han logrado pasar esta primera fase, van a dar ese paseo ansiado y deseado. Esperemos que no envenenado. Me da miedo enfrentarme al día a día. Me siento feliz, pero con miedo al saber que el virus está ahí, invisible, silencioso, muy cerca de mí sin saberlo. Tanto tiempo ha pasado y aún no lo conocemos.”
Respuestas
Respuesta:
Me da miedo pensar que ahora mis padres y abuelos, que estaban seguros en casa, que han logrado pasar esta primera fase, van a dar ese paseo ansiado y deseado. Esperemos que no envenenado. Me da miedo enfrentarme al día a día. Me siento feliz, pero con miedo al saber que el virus está ahí, invisible, silencioso, muy cerca de mí sin saberlo. Tanto tiempo ha pasado y aún no lo conocemos.”
Explicación:
Me da miedo pensar que ahora mis padres y abuelos, que estaban seguros en casa, que han logrado pasar esta primera fase, van a dar ese paseo ansiado y deseado. Esperemos que no envenenado. Me da miedo enfrentarme al día a día. Me siento feliz, pero con miedo al saber que el virus está ahí, invisible, silencioso, muy cerca de mí sin saberlo. Tanto tiempo ha pasado y aún no lo conocemos.”Me da miedo pensar que ahora mis padres y abuelos, que estaban seguros en casa, que han logrado pasar esta primera fase, van a dar ese paseo ansiado y deseado. Esperemos que no envenenado. Me da miedo enfrentarme al día a día. Me siento feliz, pero con miedo al saber que el virus está ahí, invisible, silencioso, muy cerca de mí sin saberlo. Tanto tiempo ha pasado y aún no lo conocemos.”Me da miedo pensar que ahora mis padres y abuelos, que estaban seguros en casa, que han logrado pasar esta primera fase, van a dar ese paseo ansiado y deseado. Esperemos que no envenenado. Me da miedo enfrentarme al día a día. Me siento feliz, pero con miedo al saber que el virus está ahí, invisible, silencioso, muy cerca de mí sin saberlo. Tanto tiempo ha pasado y aún no lo conocemos.”