Respuestas
Respuesta:
Asistimos a un continuo cambio en muchas de las dimensiones de nuestra
vida: política, social, económica, cultural, religiosa, eclesial y, por supuesto,
personal. Para ser conscientes de ello, es bueno echar mano de la historia y
comprobar cómo, desde sus orígenes, el desarrollo humano ha llevado consigo
una serie de ciclos que se ha ido repitiendo, no en el sentido de un absurdo eterno
retorno, pero sí manteniendo elementos comunes. Avances, retrocesos, conflictos,
paz, desarrollo, destrucción, tecnología, barbarie, aciertos, errores, etc., podrían
ser la tónica de nuestra historia, que también nosotros estamos llamados a encarnar
hoy buscando nuestro Sitz in Leben 1 particular.
Hoy, entre la globalización, que parece una burda caricatura del «espíritu de
rebaño» que Nietzsche dibujara 2
, y la metástasis reproductiva de singularidades
enloquecidas, el panorama general podría resultar un tanto desolador.
Hoy, el jardín del pensamiento se ha vuelto selvático 3
. La vegetación
frondosa y desordenada ha devorado sus caminos. Parce un terreno intransitable.
Hoy, el pensamiento líquido, la persona líquida, la sociedad líquida, hace
que la inestabilidad en muchos órdenes sea el común denominador
Explicación: