¿Cuáles son los descubrimientos más relevantes acerca de la estructura de la Galaxia y la Evolución del Universo?
Es urgente la tengo que entregar hoy cuando amanezca.
Porfabor
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Respuesta:
Desde que el hombre es sapiens ha mirado e interrogando al cielo con sumo interés y sobrecogimiento. Cosa bien natural puesto que lo que sucede sobre nuestras cabezas nos afecta y mucho. Los hombres primitivos palpaban de manera directa la influencia de los cielos en sus vidas, tan expuestos como estaban a la naturaleza, y tan dependientes de la muerte y resurrección del Sol, de la Luna y las estrellas que marcaban los ritmos de días y noches, y de las estaciones. Ellos aprendieron a predecir mirando la situación de los astros, pues necesitaban conocer lo que iba a pasar para poder procurarse la comida y evitar, a su vez, ser comidos por los otros predadores. Imaginemos, por otra parte, el estupor y el espanto que producirían a nuestros ancestros los imprevistos y dramáticos fenómenos que observaban en las alturas: rayos, truenos, auroras polares, estrellas fugaces, bólidos, cometas, eclipses de Sol y de Luna. ¿Cómo no ver en ellos señales de seres muy superiores? Lógico que pusiesen en los cielos la morada de sus dioses. Algunos se dieron cuenta enseguida de cómo el conocer los secretos de tales fenómenos, haciendo creer a los demás en su capacidad de usarlos en beneficio o maleficio de unos y otros, les confería gran poder y carácter de mediadores divinos. Por eso, aun en las civilizaciones más arcaicas, aparecen mitos, ritos y augurios celestes, guardados por las castas sacerdotales. Pero aún hoy, en las más desarrolladas y tecnificadas sociedades de nuestro siglo xxi, colean estos primitivismos en forma de astrología, sectas astrales y demás supercherías. Y hasta las teorías y modelos cosmológicos científicos más complejos y especulativos, son vividos y defendidos por muchas de las personas cultas de nuestro mundo con fanatismo religioso. Todo esto hay que tenerlo presente cuando se trate de hacer, como yo ahora, una puesta al día, necesariamente sintética y asequible, de lo que en estos momentos sabemos sobre la estructura y evolución del desmesurado Universo al que pertenecemos.
No debemos olvidar que toda esta enormidad está en plena actividad y que todos los objetos celestes se están moviendo con velocidades alucinantes. Imaginar, por ello, un Universo mecánicamente regulado al modo de un reloj perfecto, es lo más contrario a la realidad. Las interacciones son múltiples y los choques frecuentes. Estos choques, ya sean entre las capas externas estelares y el medio circundante, ya sea entre nubes y supernubes interestelares o entre galaxias, resultan ser los mecanismos más eficaces para cincelar las galaxias y movilizar los entornos cósmicos (figura 1). La energía parece derrocharse en fenómenos
EVOLUCIÓN DEL UNIVERSO
Mucho se ha escrito sobre la flecha del tiempo, tratando de descubrir en qué dirección camina la evolución de nuestro Universo y, puesto que tuvo un principio, conocer cuál será su final.
Desde que el Universo dejó de ser inmutable, a principios del pasado siglo, queremos conocer su historia y, sobre todo, su evolución, pues en ella está la clave del origen de nuestra propia historia y de la presencia de vida inteligente en otros planetas de otros sistemas estelares. Pero una historia es un relato de acontecimientos en el tiempo, y por lo que parece, el tiempo, nuestro tiempo, empezó con el propio Universo al que pertenecemos y aún no sabemos a ciencia cierta cuál es la esencia real de este parámetro físico. Sin entrar en disquisiciones profundas, consideraré el tiempo como lo imaginamos de manera intuitiva: un continuo uniforme que se extiende desde la Gran Explosión hacia un futuro lejano.
La casi totalidad de la información que nos llega del mundo exterior está en forma de radiación electromagnética, y la primera instantánea retrospectiva del Universo nos la proporciona el Fondo Cósmico de Microondas. Para entonces, el Universo tenía unos 400.000 años, y ya antes le habían sucedido muchas cosas de gran trascendencia. Lo que pasó antes lo inferimos de los modelos cosmogónicos, el más aceptado de los cuales sigue siendo el llamado Modelo Estándar. No olvidemos que este modelo describe lo que sucedió después de la Gran Explosión, pero no aporta información sobre la singularidad en sí misma. Recordemos también que el modelo se desarrolló antes del descubrimiento de la expansión acelerada, y que los tres pilares sobre los que se sustenta son: la expansión decelerada, el Fondo Cósmico de Microondas y la nucleogénesis primordial, que produjo los primeros elementos ligeros que siguen dominando la materia. Su clave es que el Universo comenzó siendo muy caliente y muy denso, para al expandirse irse diluyendo y enfriando.