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Respuesta:Alfonso López Pumarejo fue presidente de Colombia durante dos períodos. Entre 1934 y 1938, y después entre 1942 y 1945. El más relevante de sus gobiernos, por lo que significó para el país, fue el primero, pues se considera que durante su mandato se lograron grandes transformaciones económicas, educativas, laborales y en general cambios alrededor del funcionamiento político del Estado.
Revolución en Marcha es como se le llama a este primer período presidencial, nombre que también se atribuyó para marcar diferencia entre el gobierno de López y el de Concertación Nacional presidido por Enrique Olaya Herrera.
Varios analistas políticos consideran este período como uno de los más destacados del siglo XX, mientras que durante su segundo período presidencial, Alfonso López Pumarejo tuvo que sortear varias limitaciones que no le permitieron lograr los mismos resultados transformadores. En las elecciones de 1934 el favoritismo liberal era evidente y López ganó con 938 mil votos, la mayor votación registrada hasta ese momento en la historia del país.
Dentro de las renovaciones importantes de este período se encuentra la reforma agraria de 1936, donde el gobierno acogió una política laboral y progresista. La juventud y el pueblo simpatizaron con estos cambios que le dieron paso a la creación de la Confederación de Trabajadores de Colombia.
De esta forma, López dirigía sus palabras y acciones a todos los sectores de la sociedad, incluida la clase trabajadora, socialistas, comunistas y a la izquierda de su propio partido. Los opositores no tardaron en aparecer, tanto en el Partido Conservador, como en el propio liberalismo. Algunos acusaban a López de comunista y abogaban por cambios más moderados.
Otras propuestas tenían que ver con replantear las relaciones estado-iglesia y nuevas formulaciones sobre el derecho de propiedad y el Estado como ente regulador de la vida social y económica del país. En el campo educativo el gobierno de López promovió una reforma universitaria que tuvo de referente al movimiento de la Universidad de Córdoba, Argentina de 1918.
Aunque el modelo no se aplicó de manera idéntica, se lograron grandes avances, pues para el presidente la educación era base fundamental de la transformación. Con la reforma se le dio paso a profesores con una mentalidad más abierta y se le dio apoyo a la libre investigación científica y a la libre cátedra.
Los laboratorios y salones de clase le dieron la bienvenida a otras líneas de pensamiento como el socialismo, el positivismo y la investigación aplicada. A pesar de todos los cambios hechos, también existen críticas sobre a lo que se quedó por fuera de esta Revolución en Marcha. Uno de los cambios ausentes fue el de la prensa, que en vez de convertirse en una más progresista, siguió con controles políticos que le restaban criterio y desarrollo.
Otras renovaciones ausentes tuvieron que ver con los derechos de la mujer y el divorcio, entre otros. Aun con todo esto, no cabe duda que el gobierno de López abrió la puerta para que Colombia viera con otros ojos el mundo y se tuviera un horizonte más progresista y dispuesto a la modernización.
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