Realmente hay átomos que alguna vez fueron parte de Albert Einstein dentro de cerebro de toda tu familia?
Respuestas
Respuesta:Guardado en frascos y tajado en finos pedazos, conserva hasta hoy el poder de inspirar asombro y despertar la curiosidad de los científicos.
Tras su fallecimiento el 18 de abril de 1955, el cuerpo de Einstein fue cremado... pero no todo.
"Cuando escuché por primera vez la historia del cerebro de Albert Einstein pensé que era una leyenda urbana, pues era demasiado rara para ser cierta", recuerda en conversación con la BBC Michael Paternini, autor de "Paseando con Mr. Albert: un viaje a través de EE.UU. con el cerebro de Einstein".
Tras la muerte del científico, el cerebro fue separado del resto del cuerpo con la intención de analizarlo para descubrir la clave de su genialidad.
Explicación:Fue el patólogo estadounidense Thomas Harvey quien logró quedarse con el cerebro del padre de la Teoría de la Relatividad, probablemente sin el consentimiento de la familia.
Paternini, interesado por la historia, logró encontrar al patólogo cuando éste era ya un anciano de 84 años.
Después de conseguir el cerebro, Harvey había logrado llevárselo a casa y lo guardaba en un gran tarro de cristal.
Pero fueron pasando los años y la promesa de Harvey, repetida una y otra vez, de que revelaría las claves del cerebro de uno de los genios de la historia no daba frutos.
Con el cerebro en el maletero
Harvey recibió muchas críticas por sus métodos desordenados y por no lograr ningún tipo de resultado científico.
"Cortó partes del cerebro y empezó a enviarlas a expertos en anatomía. Pero los resultados a lo largo de los años no fueron concluyentes", dice Paternini.
"Los artículos que se publicaron no tuvieron ningún efecto", explica.
"No parecía el hombre adecuado para el trabajo, si es que alguna vez alguien le había dado su visto bueno para hacerlo", afirma el periodista.
Tras encontrar a Harvey, Paternini y él se embarcaron en un viaje a través de Estados Unidos en busca de la hija de Einstein y con el cerebro de su padre en el maletero, experiencia que el periodista plasmó en su libro.
"El Harvey que yo conocí era una persona amable y suave", afirma Paternini.
Pero también taciturno y reservado. "El viaje duró 6.400 kilómetros, pero yo sentí como que eran 16.000".
Harvey caía en silencios profundos y podía pasar el tiempo que tardaban en recorrer un Estado entero sin hablar.
El periodista cree que era la estrategia ideada por el patólogo como respuesta a las críticas que había recibido durante toda su vida.
Derechos de autor de la imagenGETTY
Image caption
Harvey pensaba que le estaba haciendo un favor a la humanidad preservando el cerebro de Einstein.
"Me interesaron sus motivos subyacentes. Harvey creía que estaba haciendo algo importante, protegiendo y preservando el cerebro en beneficio de las generaciones futuras", dice el periodista.
El patólogo murió en 2007 sin publicar ninguna investigación sobre el cerebro de Einstein, pero su esfuerzo no fue del todo en vano.
Harvey tomó fotos del cerebro y lo cortó en 240 tajadas para ser observadas con microscopio, las cuales envió a los principales neuropatólogos estadounidenses de su tiempo.
Pero estos no le correspondieron con grandes descubrimientos.
Sin embargo, tras la aparición de un artículo sobre Harvey en una revista en el verano de 1978, las cosas comenzaron a cambiar.
Los periodistas acamparon en el jardín de su casa y la revista Science entrevistó al médico.
Avances científicos
Una de las investigadoras que le pidió muestras del cerebro de Einstein fue Marian Diamond, de la Universidad de California, Berkeley.
Con ella empezó la era de los estudios del cerebro de Einstein.
El artículo publicado por Diamond en 1985 decía que Einstein tenía más células gliales por neurona que el grupo de control utilizado en el experimento.
Estas células se ocupan de realizar una función de apoyo a las neuronas.
El artículo reafirmaba la idea de que el cerebro de Einstein tenía alguna peculiaridad que estaba tras la genialidad del científico.
Más recientemente, en 2012, Frederick Lepore, profesor de Neurología de la Universidad de Rutgers y la antropóloga Dean Falk, de la Universidad de Florida, pudieron estudiar algunas fotos nunca antes vistas del cerebro de Einstein.
Derechos de autor de la imagenGETTY
Image caption
El cuerpo de Einstein fue cremado, pero no su cerebro, y pedazos como éste están dispersados por muchos lugares.
"Es un cerebro excepcional. Pero no por su tamaño. Pesaba 1.230 gramos, lo cual para un hombre de 76 años (la edad de Einstein cuando murió) no es excepcionalmente grande", le dice Lepore a la BBC.
"Pero cuando se examinan las fotos, tiene una anatomía muy extraordinaria", afirmó el científico.
Respuesta:
rre larga la respuesta para que le pongan 4 graciass
Explicación:
johanitaoros