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Uno de los principales problemas ambientales es la masiva producción industrial de fármacos antimicrobianos, su uso masivo en medicina, veterinaria y agricultura, y la liberación consecuente de estas substancias al medio ambiente. Sería necesario regular no solo el uso adecuado, sino la biodegradación (antibióticos biodegradables) o al menos el confinamiento y tratamiento de los residuos que contengan antibióticos
Respuesta:
Los bosques y la aparición de nuevas enfermedades infecciosas en los seres humanos
Bruce A. Wilcox y Brett Ellis trabajan en el Centro para la Ecología de las Enfermedades Infecciosas del Instituto para la Medicina Tropical y las Enfermedades Infecciosas de Asia y el Pacífico, Universidad de Hawaii en Manoa (Estados Unidos).
Con la interrelación de los bosques, los agentes patógenos y el desarrollo de la civilización humana, la deforestación y otras alteraciones en el uso de las tierras hanvcobrado importancia como factores causantes de la aparición de enfermedades.
Las enfermedades infecciosas han sido siempre un componente importante de la vida del hombre. Han influenciado de manera significativa la biología humana y la sociedad, y hasta han determinado el curso de importantes acontecimientos históricos.
Las enfermedades infecciosas se pueden considerar desde el punto de vista ecológico como una extensión de la interacción huésped-parásito. Ellas son tanto parte de un ecosistema como lo son las relaciones entre depredador y presa o planta y herbívoro. De hecho, los virus, las bacterias o los protozoos causantes de enfermedades son llamados común y colectivamente «microparásitos» en la epidemiología de enfermedades infecciosas. Además, la infección causada por un microparásito no es necesariamente un hecho causante de enfermedad. Muy a menudo, el huésped y el microparásito coexisten pacíficamente, debido a que se seleccionan negativamente los genotipos altamente patógenos que eliminan el huésped, como en el caso de poblaciones susceptibles carentes de inmunidad nativa o adquirida (resistencia heredada). Por ello, la nueva aparición de una enfermedad es un fenómeno de transición en una población humana y en su forma más grave es, en general, una consecuencia del rápido cambio social y medioambiental o de la inestabilidad.
Se cree que los primeros patógenos que causaron pestes como la viruela se originaron en las zonas tropicales de Asia a principios de la zootecnia y la tala con destronque en gran escala para los cultivos permanentes y los asentamientos humanos (McNeil, 1976).
La concentración de seres humanos y su entrecruzamiento, los animales domésticos y la flora y fauna silvestres, junto con un clima húmedo y cálido, fueron un ambiente tan ideal para la evolución, supervivencia y transmisión de los agentes patógenos hace varios milenios como lo son hoy en día.
El concepto de enfermedades infecciosas emergentes tuvo su origen en la aparición de patógenos nuevos como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus Ébola; la evolución de las variantes patógenas farmacorresistentes o más virulentas de microbios conocidos; y la expansión geográfica y los crecientes brotes epidémicos de las enfermedades causadas por estos patógenos así como las enfermedades de mayor antigüedad como el paludismo y la fiebre dengue. Últimamente, el concepto cobró fuerza por el grave brote del virus del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
El reciente recrudecimiento de las enfermedades infecciosas que comenzó a captar la atención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los organismos nacionales responsables de la sanidad en la década de 1980, se atribuye a menudo al notable aumento de la movilidad y dimensión de la población humana, así como a los cambios sociales y medioambientales que se produjeron desde la Segunda Guerra Mundial.
En efecto, estas transiciones han causado un importante recrudecimiento de las enfermedades infecciosas a nivel regional desde la antigüedad. Actualmente, la diferencia más significativa es la rapidez, magnitud y dimensión mundial de la transición, y su manifestación en la era de la biomedicina moderna y de los programas de sanidad pública. La excesiva confianza en la primera y el insuficiente desarrollo de los últimos son los principales elementos que contribuyen a generar los problemas de las enfermedades infecciosas emergentes, especialmente en las regiones tropicales en desarrollo.
Un número cada vez mayor de estudios sobre las enfermedades infecciosas emergentes señala a las alteraciones producidas en la cubierta vegetal y en la utilización de la tierra, entre ellas, los cambios de la cubierta forestal (en particular, la deforestación y la parcelación de los bosques) junto con la urbanización y el aumento de la actividad agrícola como principales factores contribuyentes a la aparición de enfermedades infecciosas. Efectivamente, el aumento actual coincide con el ritmo acelerado de deforestación tropical en las últimas décadas. Hoy en día, tanto la deforestación como las enfermedades infecciosas emergentes siguen asociándose en gran parte con las regiones tropicales pero con repercusiones que se extienden a nivel mundial. Ambas se entrelazan a su vez con cuestiones de desarrollo económico, utilización de las tierras y gobernanza, exigiendo de este modo soluciones de carácter transectorial.
Espero que te sirva