Respuestas
Respuesta Inteligente:
Todos hemos oído alguna vez una de las frases más célebres del suizo Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), “El hombre es bueno por naturaleza”. Todos conocemos a Rousseau como filósofo, pero desconocemos al filósofo como pedagogo. Fue una persona prolífica que estudió y contribuyó al campo de la filosofía, música, escritura y botánica.
Hemos crecido y nos hemos educado dentro de un sistema educativo. Siempre nos han agrupado por edades y en el momento de terminar una etapa educativa nos han puesto el sello “promoción 2008-2012”, por ejemplo. Las materia son las mismas para todos (en la educación obligatoria), y unas tienen más peso o destacan más que otras, por ejemplo, no es lo mismo la nota de matemáticas que la nota de música o educación física. Todos sabemos la teoría, pero desconocemos en gran medida la práctica (y también sabemos que para esto está PISA, para medir nuestras competencias). Cada Estado tiene su propio sistema educativo en función de la demanda del mercado. Sí, sabemos muchas cosas porque hemos crecido con ellas, pero lo que probablemente desconocemos es la manera que se creó nuestra actual educación. ¿Sobre qué cimientos se contruyó y de qué manera se creó?
La actual educación occidental tiene sus ideas fundamentadas en una época de grandes cambios, ideas y revoluciones, pero hoy en día la particular manera de percibir esta educación queda obsoleta, puesto que el mundo que nos rodea ha cambiado también. La Ilustración abarca principalmente el siglo XVII y en algunos países se extendió hasta los primeros años del siglo XIX. Rousseau, por ejemplo, es considerado un ilustrado, pero sus ideas son muy contradictorias con las ideas imperantes de la época ilustrada.
La Ilustración como período de revoluciones políticas, sociales, económicas e industriales, para no extenderme mucho y centrándome principalmente en la dimensión educativa, concibió a los niños como futura mano de obra en las fábricas. Por lo tanto, la escuela estaba obligada a preparar a estos niños como tal, especializándolos. Para entenderlo mejor, la sociedad de entonces atendía a las necesidades del mercado y el mundo laboral y no a las necesidades de los niños.
Como comentaba al principio, las ideas de Rousseau no se correspondían a su época. Algunas de estas ideas le provocaron problemas y censuras. Emilio, o De la Educación (1763), es una de las obras que más controversia causó en entre sus coetaneos.
Se define como una obra filosófico-educativa, que narra la educación que recibe Emilio dividida en 5 libros, de los cuales cada libro corresponde a una etapa de su vida. Recuperando la idea de la frase expuesta al principio del texto, la idea del libro parte de que la naturaleza es buena y que el niño debe aprender por sí mismo en ella, que aprenda a hacer las cosas él mismo y que de alguna forma él solo tenga motivación y ganas de aprender de ella, que sea autónomo y aprenda a hacer las cosas.
La novela está dividida en cinco partes. Las tres primeras se dedican a la niñez, la cuarta se consagra a la adolescencia y la última se refiere a la educación de Sofía, mujer ideal, y a la vida paternal, política y moral de Emilio.
Libro I (0 a 2 años)
Nos explica que el problema central de la educación es la contradicción existente entre lo que Rousseau diferencia entre hombre natural y la sociedad. Para él, las instituciones y la sociedad son las que desnaturalizan al hombre, no dejan que éste siga su propio curso.
Libro II (2 a 12 años)
La idea principal es su crítica al cuidado y protección excesiva de los niños. Este tomo resalta tres ideas fundamentales
La reivindicación de un estatuto y unos derechos propios de la infancia.
El concepto de la educación negativa.
La educación de los sentidos.
Libro III (12 a 15 años)
Es una etapa que se dedicará a la instrucción, como por ejemplo la exploración del ambiente natural con un método activo o un afinamiento de la capacidad de juzgar (el niño no puede comprender las relaciones morales pero sí tiene el sentido de lo útil). Con preguntas y respuestas el educador tratará de mantener despierta la curiosidad, sin satisfacerla nunca por completo.
Libro IV (15 a 20 años)
Fuertes físicamente y han aprendido a observar el mundo, llega la última parte de su educación: los sentimientos. Rousseau creía que sólo al llegar a la adolescencia somos capaces de comprender las emociones humanas complejas, especialmente, la simpatía.
Libro V (Adultez, matrimonio, familia y educación para las mujeres)
Ofrece una interesante posibilidad para las mujeres pero el filósofo suizo no la explora. Para él, las diferencias sexuales son mayores que las similitudes y el balance se inclina a favor del hombre: la mujer debe ser «pasiva y débil», «pone poca resistencia» y son «hechas especialmente para complacer al hombre». Aún si aceptamos que hombres y mujeres no deben parecerse en la mente, la posición no establece cuál debe ser la educación de las mujeres.
Espero que te haya servido ;-)