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Respuesta:
Un ratón lo estaba pasando muy bien. No tuvo comida durante muchos días e hizo grandes esfuerzos para obtenerla. Todos sus esfuerzos fueron en vano. Miró a todas partes para encontrar su comida. A medida que pasan los días, ella se puso muy delgada. Un día, el ratón encontró una canasta con callos. También notó un pequeño agujero en la canasta, que fue suficiente para moverla. Se movió fácilmente dentro del agujero. Como no tuvo alimentos durante muchos días, consumió una gran cantidad de maíz. Sin darse cuenta, ella comía continuamente más y más callos. Más tarde se dio cuenta de que comía mucho más de lo que realmente necesitaba. Después de comer mucho maíz, ¡se puso muy gorda! Satisfecho con los callos, el gordo ratón intentó salir de la canasta a través del pequeño agujero. ¡Desafortunadamente, el pequeño agujero no pudo acomodar al gran mouse! El ratón comenzó a gritar '¡Oh Dios! Déjame salir, ¿cómo puedo salir? Una rata después de escuchar la voz de grito del ratón desde la canasta, ¡le preguntó qué pasó! Mouse contó la historia y le pidió a rata una solución. Rata dijo: 'si quieres salir de la canasta, espera algún día o incluso días para perder toda tu grasa hasta que adelgaces ". ¡El ratón comenzó a morirse de hambre ahora pero con mucha comida para salir de la trampa! Lección moral : ¡Cualquier cosa es buena para nada!
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