Respuestas
Respuesta:
las hormonas vegetales controlan un gran número de eventos, entre ellos el crecimiento de las plantas, incluyendo sus raíces, la caída de las hojas, la floración, la formación del fruto y la germinación de las semillas. Una hormona interviene en varios procesos, y, también, todo proceso está regulado por la acción de varias hormonas. Existen fenómenos de antagonismo y balance hormonal que conducen a una regulación precisa de las funciones vegetales, lo que permite solucionar la ausencia de sistema nervioso. Las hormonas ejercen sus efectos mediante complejos mecanismos moleculares, que desembocan en cambios de la expresión genética, cambios en el esqueleto, regulación de las vías metabólicas y cambio de flujos iónicos.
Explicación:
son sustancias producidas por células vegetales ubicadas mayormente en las hojas de la planta y que actúan sobre otras células como mensajeras químicas. Las hormonas vegetales son capaz de regular de manera predominante los fenómenos fisiológicos de las plantas. Las fitohormonas se producen en pequeñas cantidades en tejidos vegetales, a diferencia de las hormonas animales, sintetizadas en glándulas.
Respuesta:
Debido a la vida sésil de las plantas, éstas cuentan con una capacidad enorme para regular su crecimiento tanto en el desarrollo como en respuesta a las señales ambientales, las cuales están mediadas por las hormonas vegetales. Las hormonas vegetales son moléculas sintetizadas por la planta que controlan la gran mayoría de los procesos fisiológicos y bioquímicos como lo son la división celular, el crecimiento, la diferenciación de los órganos aéreos y de las raíces. También, regulan la embriogénesis, la germinación de las semillas, la floración, la formación del fruto, la caída de las hojas y la senescencia (Jiménez, 2005; Buchanan et al., 2015; Finkelstein, 2010; Santner & Estelle, 2009). Además, se inducen en respuesta a la invasión por patógenos (Yoshimoto et al., 2009). Hasta el momento, se han descrito 11 tipos de hormonas vegetales de las cuales seis de ellas se relacionan con la autofagia: el ácido abscísico (ABA; Wang et al., 2015), el etileno (Shibuya et al., 2013) las giberelinas (GA; Kurusu et al., 2017), las auxinas (IAA, ácido indol-3-acético; Bögre et al., 2013), las citocininas (Kurusu et al., 2017) y el ácido salicílico (SA; Yoshimoto et al., 2009). Por el contrario, los brasinoesteroides, los jasmonatos, las estrigolactonas, las poliaminas y el óxido nítrico no se han relacionado con la autofagia hasta el momento.
Explicación:
coronita plis