Respuestas
Respuesta:
Holidays in family
We had finally landed in the Caribbean. My dreamt holidays had finally arrived. When I saw the beds, I told my sister that the one by the window would be mine. If she wanted, the other one could be hers, or she could ask for another bedroom to be arranged for her.
Later, we were having a coconut milk by the pool when two boys came by our side and one of them took the glasses and they started drinking from them. I said: "Excuse me, I think you made a mistake. These drinks are ours." They apologised for the confusion and bought us new drinks.
Our parents didn't trust them, so they came near us with the excuse that the stuff on the chair on the left were theirs, so they had to take care of them.
The following day, we saw the same boy and this time a voucher for the equivalent of two free nights appeared under our glasses. I asked them: "Excuse me, is this yours?" And they said that it wasn't, that it was ours.
It turned that to be that they were the owner's sons. As they had committed a terrible mistake taking our drinks, their father told the eldest of them that the responsibility of fixing it was his. After deliberating the issue with his brother, they decided to offer the four of us two free nights!
Explicación:
Vacaciones en familia
Finalmente habíamos aterrizado en el Caribe. Mis soñadas vacaciones finalmente habían llegado. Cuando vi las camas, le dije a mi hermana que la que estaba junto a la ventana sería mía. Si quisiera, el otro podría ser suyo, o podría pedir que se arreglara otro dormitorio para ella.
Más tarde, estábamos tomando una leche de coco junto a la piscina cuando dos niños vinieron a nuestro lado y uno de ellos tomó los vasos y comenzaron a beber de ellos. Le dije: "Disculpe, creo que cometió un error. Estas bebidas son nuestras". Se disculparon por la confusión y nos compraron bebidas nuevas.
Nuestros padres no confiaban en ellos, por lo que se acercaron a nosotros con la excusa de que las cosas de la silla de la izquierda eran suyas, por lo que tuvieron que cuidarlas.
Al día siguiente, vimos al mismo niño y esta vez apareció un cupón por el equivalente a dos noches gratis bajo nuestras gafas. Les pregunté: "Disculpe, ¿es suyo?" Y dijeron que no, que era nuestro.
Resultó que eran los hijos del dueño. Como habían cometido un terrible error al tomar nuestras bebidas, su padre le dijo al mayor de ellos que la responsabilidad de arreglarlo era suya. Después de deliberar sobre el tema con su hermano, ¡decidieron ofrecernos a los cuatro dos noches gratis!