las hemorragias pueden ser extremas o internas cuales son los sintamos de cada una y que debemos hacer y qeu no
Respuestas
Respuesta:
Ante una hemorragia externa: hay que realizar una compresión directa, aplicando gasas sobre la herida y haciendo presión fuerte. La presión directa se puede sustituir por un vendaje cuando la herida pare de sangrar, cuando la superficie sea amplia o si hay más heridos para atender.
Si la hemorragia se produce en las extremidades, se debe elevar la parte lesionada por encima del corazón, disminuyendo la presión de la sangre en el lugar de la herida y haciendo, en cambio, presión directa sobre la arteria correspondiente, según sean brazos o piernas, comprimiendo con la yema de los dedos el vaso sanguíneo contra el hueso situado debajo de la arteria.
hemorragia interna: si es capilar, basta aplicar frío local sobre la piel (protegiéndola con un paño o una gasa), ya que el frío contrae los vasos sanguíneos y reduce el hematoma. Si es venosa o arterial, tendremos que vigilar si el abdomen está sensible o rígido, si hay sensación de mareo o desvanecimiento, palidez extrema, pulso débil o imperceptible, o si aparecen hematomas, sangre en vómito o sangre por recto o vagina.
Explicación:
Los síntomas más frecuentes asociados a hemorragias internas en varias zonas del cuerpo son, mareos, debilidad en uno o ambos lados del cuerpo, desmayo, disminución de la presión sanguínea, problemas de la vista, dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, dificultad para deglutir y para respirar, dolor en el pecho, náuseas, vómitos y diarrea, así como pérdida del equilibrio y consciencia.
En la hemorragia externa se evidencia la salida de sangre. Si esta salida es de color rojo vivo y de forma pulsátil hay que pensar que está afectada una arteria. Si es de color rojo-azulado y sale de forma continua con poca fuerza procederá de una vena.
La hemorragia interna puede pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas son muy variados dependiendo de la víscera afectada y del lugar dónde se está depositando la sangre. Las hemorragias dle aparato digestivo y respiratorio pueden visualizarse más fácilmente por la salida de sangre por boca y/o heces.
En las hemorragias importantes (una pérdida superior a 1,5 litros), tanto internas como externas, la víctima puede presentar síntomas como: estado de ansiedad y agitación, sed intensa, piel pálida o azulada y sudoración fría. Si no se consigue detener el sangrado la víctima puede evolucionar a un estado de somnolencia o inconsciencia.