la figura humana en la pintura y escultura del arte chileno y universal del siglo XX, es urgentee por favor :(
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Tanto la pintura chilena como la colonial denota una falta de estudio de las luces y sombras, se observa una perspectiva mal lograda y proporciones dispares como elementos negativos. Como positivos destaca la viveza, colorido y el intrínseco factor social que representaba la unión social de los pueblos español y americano.
En cuanto a la figura humana en el siglo XX podríamos decir que este siglo estuvo grandemente influenciado por la época cubista: Uno de sus más importantes y principales intérpretes fue sin duda un personaje muy renombrado en la historia, PICASSO con su "clasicismo", sus elementos innovadores y de ruptura, pero sin perder el horizonte del lenguaje clásico. (El Clasicismo puede ser entendido como una representación estilística, es decir, como una manera de pintar donde se utiliza la simetría, el volumen, la frontalidad, la perspectiva cónica-central, la representación mimética de los objetos, es decir tal y como los percibe el ojo, y que se está utilizando desde el Renacimiento hasta el siglo XX.
Por Clásica también se entiende aquella obra, que mediante recursos estilísticos anteclásicos puede conseguir que una obra presente la solidez, la consistencia física de las cosas, de los objetos.) Las obras de PICASSO se clasificarían como clásicas pues le caracteriza la ausencia de detalles, de adjetivo, de particularidades, de concreciones.
Aunque en PICASSO siempre conserva características figurativas, en ocasiones parece perder la tendencia pero nunca llega a ser abstracto. La única excepción en la adjetivación de los objetos se refiere a la animalización que además va a ser el rasgo definidor del ser humano, como animal, y la figura humana es el tema central de todo arte considera clásico o clasicista.
Así es que PICASSO logra ser clasicista sin usar los recursos clásicos. Su clasicismo no será nunca aparente, no se percibe a primera vista, incluso tras una primera aproximación a sus obras.
A este rasgo no escapan ni sus primeras obras más tradicionales.