Respuestas
Explicación:
Tanto los jabones como los detergentes parten de la misma base, la diferencia está en que los jabones se fabrican a partir de sustancias naturales, como grasas animales y vegetales, mientras que los detergentes se elaboran a partir de materias primas sintéticas. No es lo mismo “jabón” que “detergente” (tanto si es sólido, en polvo o líquido).
Diferencias entre jabones y detergentes
detergentes
El jabón es el resultado de la reacción química entre un álcali (hidróxido de sodio o de potasio) y un ácido graso (por ej. aceite de oliva, aceite de coco, etc…); esta reacción se denomina saponificación. Es soluble en agua y, por sus propiedades detersivas, sirve para lavar y desinfectar. En función del uso al que vaya destinado, se le pueden añadir otros aditivos de origen natural como colorantes, aceites esenciales, hierbas, etc.
El detergente es una mezcla de diversas sustancias sintéticas, muchas de ellas derivadas del petróleo, que tienen la propiedad química de disolver la suciedad. El primer detergente fué fabricado en 1907 por una compañía alemana.
Tensoactivos (o tensioactivos)
Los jabones, al igual que los detergentes son tensoactivos (surfactantes) es decir, reducen la tensión superficial de las moléculas de agua, permitiendo que las grasas (suciedad) emulsionen con el agua y desaparezcan con el aclarado.
Los tensoactivos pueden ser Aniónicos (son los más utilizados a nivel doméstico), Catiónicos (tienen propiedades desinfectantes, aunque no lavan tan bien), No-Iónicos (empleados con frecuencia para vajillas, no forman mucha espuma), Anfotéricos (utilizados en champús y cremas para usar sobre la piel).
El jabón natural es un tensoactivo aniónico.
Detergentes
Los detergentes contienen en su fórmula uno o más tensoactivos derivados del petróleo. Además, contienen sustancias que ayudan al agente tensoactivo en su labor como los polifosfatos, los silicatos solubles y los carbonatos (que ablandan el agua facilitando el lavado en aguas duras) y los perboratos (que ayudan a eliminar manchas difícilies). Suelen contener también agentes auxiliares como el sulfato de sodio (evita que la suciedad se apelmace), blanqueadores ópticos (absorben luz ultravioleta y emiten luz visible azul), enzimas (eliminan manchas de restos orgánicos como leche, sangre, etc.), carboximetilcelulosa (es absorbida por los tejidos e impide que el polvo se adhiera a los mismos), estabilizadores de espuma, colorantes y perfumes.Menudo cóctel! ¿verdad?
Muchas de estas sustancias son contaminantes para el medio ambiente.
Jabones naturales
Nuestra piel se ve afectada diariamente por factores externos como el sol, el viento, el frío, las bacterias, la suciedad… que pueden afectar a nuestra salud. Como hemos visto en el capítulo anterior, nuestros antepasados aprendieron que el cuidado de la piel es una forma de cuidar de nuestra salud. Las personas que sufren enfermedades de la piel como la psoriasis y el eczema, así como las personas que tienen la piel sensible o atópica a menudo encuentran alivio al usar jabón natural ya que es muy suave. Sus ingredientes son mayoritariamente de origen vegetal (aceite de oliva, aceite de coco, etc) y no contienen los productos químicos potencialmente dañinos que a menudo encontramos en los jabones comerciales.
Una de las mayores diferencias entre el jabón comercial y el jabón hecho a mano es la glicerina. La glicerina es un líquido transparente que absorbe el agua del aire y es un factor clave para mantener la piel suave e hidratada.
El jabón natural sólo contiene fragancias naturales y hace que sea muy eficaz en aromaterapia. Por otra parte, los aceites esenciales aportan al jabón sus propiedades terapéuticas.
No contienen colorantes artificiales. Los colorantes empleados son también de origen natural (plantas, arcillas, etc…)