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La causa remota de la situación tiene lugar allá por 1947 cuando Naciones Unidas acuerda la partición de Palestina, bajo el mandato británico aprobado por la Liga de Naciones, en dos estados, uno judío y uno árabe, y dando lugar a la independencia de aquél como Israel y a la oposición de los pueblos árabes. De este modo, las potencias coloniales solucionaron el problema del asentamiento de un pueblo errante e históricamente castigado, y sembraron un polvorín. No de otra forma puede considerarse crear un Estado judío en un territorio donde tan sólo el veinte por ciento de la población de entonces era judía.
2. La causa inmediata de los sangrientos episodios de días pasados viene dada por los misiles enviados por Hamás el día de Navidad a Israel. Pero la causa de estos misiles radica a su vez en el cerco económico que Israel aplica a Palestina. Y la causa de este cerco económico radica en el hostigamiento de algunos exaltados palestinos a los habitantes judíos de la franja de Gaza así como en las incursiones terroristas en territorio israelí. Y la causa de esta hostilidad palestina radica en los años de vejaciones de israelitas a los padres de sus padres y la usurpación de sus tierras por los judíos, y si seguimos remontándonos por el río de las causas, llegaremos a Abraham para quien el Antiguo Testamento reservó la tierra prometida, pero al tener dos hijos (Isaac, antecesor de los judíos, e Ismael, antecesor de los árabes) la disputa está servida. O sea, como muchos litigios actuales, permítaseme el sarcasmo, la raíz está en asuntos de familia y testamentos de antiguo.
3. La causa jurídica del conflicto radica en la debilidad del Derecho Internacional.
En primer lugar, porque no se ha perfilado un paradigma o modelo jurídico que de respuesta incontrovertida a situaciones de coexistencia de culturas y pueblos diferentes con reivindicaciones legítimas sobre un mismo territorio (si legítimo es que el pueblo palestino reclame la tierra de sus padres, legítimo resulta que el pueblo israelita defienda la tierra que la comunidad internacional reconoció y otorgó como propia).