Leer y analizar el juramento Hipocrático. Cópialo y luego redacte uno propio basándose en el original.
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Original:
JURAMENTO HIPOCRÁTICO (500 a.C.)
Juro por Apolo médico, por Esculapio, Hygia y Panacea, juro
por todos los dioses y todas las diosas, tomándolos como testigos,
cumplir fielmente, según mi leal saber y entender, este juramento y
compromiso:
Venerar como a mi padre a quien me enseñó este arte,
compartir con él mis bienes y asistirle en sus necesidades; considerar a
sus hijos como hermanos míos, enseñarles este arte gratuitamente si
quieren aprenderlo; comunicar los preceptos vulgares y las enseñanzas
secretas y todo lo demás de la doctrina a mis hijos, y a los hijos de mi
maestro y a todos los alumnos comprometidos y que han prestado
juramento según costumbre, pero a nadie más.
En cuanto pueda y sepa, usaré de las reglas dietéticas en
provecho de los enfermos y apartaré de ellos todo daño e injusticia.
Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me
soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi
arte de forma santa y pura.
No tallaré cálculos, sino que dejaré esto a los cirujanos
especialistas.
En cualquier casa que entre, lo haré para bien de los enfermos,
apartándome de toda injusticia voluntaria y de toda corrupción, y
principalmente de toda relación vergonzosa con mujeres y muchachos,
ya sean libres o esclavos.
Todo lo que vea y oiga en el ejercicio de mi profesión, y todo
lo que supiere acerca de la vida de alguien, si es cosa que no debe ser
divulgada, lo callaré y lo guardaré con secreto inviolable.
Si este juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los
frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más
remota posteridad. Pero si soy transgresor y perjuro, avéngame lo
contrario.
Actualización de la fórmula hipocrática que llevó a cabo la Asociación Médica Mundial
(Asamblea General, celebrada en Ginebra, 1948), luego revisada en 1968 (Sydney):
Juramento de fidelidad profesional
En el momento de ser admitido como miembro de la profesión
médica:
Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
otorgar a mis maestros los respetos, gratitud y consideraciones que
merecen;
ejercer mi profesión dignamente y a conciencia;
velar solícitamente y ante todo por la salud de mi paciente;
guardar y respetar los secretos a mí confiados, aun después de
fallecido mi paciente;
mantener incólumes por todos los conceptos y medios a mi alcance el
honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;
considerar como hermanos a mis colegas;
no permitir que consideraciones de credo político o religioso,
nacionalidad, raza, partido político o posición social se interpongan
entre mis deberes profesionales y mi paciente;
velar con el máximo respeto por la vida humana desde su comienzo,
aun bajo amenaza, y no emplear mis conocimientos médicos para
contravenir las leyes humanas.
Solemne y libremente, bajo mi palabra de honor, prometo cumplir lo
antedicho.
propio:
JURAMENTO HIPOCRÁTICO
Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura. Todo lo que vea y oiga en el ejercicio de mi profesión, y todo lo que supiere acerca de la vida de alguien, si es cosa que no debe ser divulgada, lo callaré y lo guardaré con secreto inviolable. Si este juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más remota posteridad.
Respuesta:
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Explicación:
Juramento de Hipócrates
Fórmula de Ginebra
"En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica,
me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la
humanidad. Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento a
que son acreedores. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La
salud y la vida de mi enfermo será la primera de mis preocupaciones.
Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí. Mantendré en toda la
medida de mis medios, el honor y las nobles tradiciones de la profesión
médica. Mis colegas serán mis hermanos. No permitiré que entre mi deber
y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de
nacionalidad, de raza, de partido o de clase. Tendré absoluto respeto por
la vida humana, desde su concepción. Aún bajo amenazas no admitiré
utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. Hago
estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor"
* Copia sin referencia bibliográfica en Archivo de la Oficina del Historiador del Ministerio
de Salud Pública.
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LA PROMESA DEL MÉDICO*
Una de las resoluciones tomadas en la asamblea de la Asociación Médica
Mundial, celebrada en Ginebra (Suiza), en septiembre de 1948, fué adoptar una
declaración formal, con objeto de que fuera ratificada por el facultativo, en el
momento de obtener el título profesional. Lamentablemente, en muchas
Facultades de Medicina ha caído en desuso, o se ha convertido en mera
fórmula, la antigua costumbre de pedir el Juramento de Hipócrates a los recién
graduados; en consecuencia, y, por constituir ésta un factor de ética profesional,
la Asociación Médica Mundial manifiesta que la restauración del Juramento
de Hipócrates, o bien su substitución por otra promesa más apropiada a los
tiempos actuales, contribuiría a inculcar en el médico novel, los principios
fundamentales de la ética profesional. Al respecto, la declaración propuesta
por la Asociación Médica Mundial -que copiamos a continuación -ha sido
aceptada por "L Ordre des Médicins de France", la "Canadian Medical
Asociation", y diversas Escuelas de Medicina y organizaciones médicas de
todo el mundo. La declaración es conocida actualmente como "La Declaración
de Ginebra", "El Juramento del médico", y "La Consagración del Médico a su
Profesión"; empero, hasta la fecha no se ha decidido todavía la denominación
oficial que deberá ostentar. He aquí el texto de la declaración:
Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
Otorgar a mis maestros el respeto y la gratitud que merecen;
Ejercer mi profesión dignamente y a conciencia;
Velar solícitamente, y ante todo, por la salud de mi paciente;
Guardar y respetar el secreto profesional;
Mantener incólume, por todos los medios a mi alcance, el honor y las
nobles tradiciones de la profesión médica;
Considerar como hermanos a mis colegas;
Hacer caso omiso de credos políticos y religiosos,
nacionalidades, razas, rangos sociales y económicos, evitando que se
interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente;
Mantener sumo respeto por la vida humana, desde el momento mismo de
* Conferencia sin referencia bibliográfica en Archivos de la Oficina del Historiador del
Ministerio de Salud Pública.
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la concepción; y no utilizar -ni incluso por amenaza- mis conocimientos
médicos para contravenir las leyes de la humanidad.
Solemne y espontáneamente, bajo mi palabra de honor,
prometo cumplir lo atendicho.