Respuestas
Respuesta:
A menudo tenemos la tendencia a mirar lo que está delante de los ojos, lo aparente y lo más cierto es que nos confundiremos como estos señores en La carta robada y tengamos que volver al principio de los hechos "revisar de nuevo completamente la casa".
Lo que pude ver en este cuento de Edgar Allan Poe, La carta robada, más que un cuento es una enseñanza que se quiere dar a los lectores por medio de los personajes que intervienen en la historia.
Nos damos cuenta que se siguió un patrón y unas líneas de investigación, una, un poco enredada, con datos equivocados y llenos de confusión en donde no se tuvo una percepción de los detalles y el camino que tomó fue más allá de la realidad del momento y del lugar que enredó más al que buscaba con tanta preocupación el destino que la carta tuvo. Otra muy distinta fue la que empezó el investigador que se centró en detalles, en mirar las circunstancias de la pérdida, de ponerse en el lugar de quién mandó a dónde llegó la carta, quién la recibió, y hasta se fijó en los ademanes y comportamientos de aquel que tenía en un principio la carta, su nervisosismo, su forma de buscar, y mucha mucha observación del lugar, de los detalles que le contaron de la carta, de lo que pasó en su pérdida y búsqueda, la viveza que tuvo el investigador para desenredar la confusión y saber en qué equivicaciones cayeron las que supo aprovechar a su favor y también a favor de los otros enseñándoles y haciéndoles caer en cuenta de los errores que cometieron, les explicó detalladamente y con ejemplos la ruta que siguió desde un principio para recuperar la carta, con esto les enseñó cómo se debe proceder no sólo en una situación como esta sino también en casi todas las situaciones de la vida, que no se tiene que ser inteligente sino seguir un método - ya sea para la vida o estudio- desde un comienzo con orden, acá entra la observación, la paciencia, la voluntad que se tenga para empezar y continuar cualquier proyecto, sea de estudio, trabajo, investigación.