Respuestas
Repuesta: Ambos sistemas son democráticos, pero mientras uno privilegia la estabilidad del Gobierno, el otro lo hace con la soberanía parlamentaria
Explicación: Tanto el presidencialismo como el parlamentarismo son inequívocamente democráticos, pero cada uno de esos regímenes conduce a consecuencias políticas distintas. En Uruguay, ciertamente, nada indica que su realidad constitucional, de un presidencialismo atenuado, requiera enmiendas de relevancia.
Los regímenes democráticos se dividen en parlamentaristas o presidencialistas. Los primeros nacieron en las monarquías, ganando para el Parlamento, paso a paso, mayores competencias, hasta llegar —como en Inglaterra— a que la reina puede reinar pero no gobernar. Los presidencialismos, por su parte, nacieron con las repúblicas modernas, reacias a monarcas y aristócratas, la primera de las cuales fue la de Estados Unidos, en 1776, en que las colonias formaron una confederación, reteniendo cada una su soberanía particular.
La gran diferencia está en que en el parlamentarismo el Poder Ejecutivo se integra por un presidente o un monarca, jefe de Estado, con limitados poderes, y un gobierno designado por el Parlamento, al que en cualquier momento puede censurar. En el presidencialismo, en cambio, el jefe de Estado y de gobierno coinciden en la misma persona, no son objeto de censura parlamentaria y el Poder Legislativo se limita al ámbito de la elaboración de leyes.