Respuestas
los procesos de democratización de finales del siglo XX (la tercera ola), e introducir una
nueva perspectiva que revise este fenómeno histórico partiendo de la comprensión
particular de cada caso a través de la línea de investigación abierta por la historia del
tiempo presente. Las ventajas que se derivan de utilizar la óptica propuesta son de dos
tipos. Desde el plano teórico el campo temático en cuestión representa un periodo
repleto de elementos e incógnitas que dan forma a la historia contemporánea de un
grueso generacional importante y, por lo tanto, el análisis de los mismos resulta
imprescindible para comprender su realidad contemporánea. En cuanto a la vertiente
metodológica disponemos, además de las pautas interpretativas procedentes de otras
ciencias (politología, sociología, etc.), del testimonio oral de actores implicados directa
o indirectamente y, por supuesto, de todo el enorme caudal informativo generado por
estos en diversas plataformas: prensa, cine, radio, televisión, cartelística, etc. El objetivo central es aspirar a entender la democratización desde el punto de vista de sus protagonistas dentro de contextos muy variados para señalar las claves del que pudo ser
el último gran cambio que sienta las bases materiales e ideológicas del mundo actual.
Explicación:
El establecimiento de sistemas de ordenamiento político democrático en los tiempos modernos ha cumplido un ciclo gradual en el que pueden distin- guirse tres grandes fases. Las revoluciones liberales inglesas del siglo XVII, la Revolución Francesa y la Guerra de Independencia Norteamericana entre fina- les del XVIII y principios del XIX, son los focos originarios de la primera de ellas. Su influencia se trasladará paulatinamente a países como España, Argen- tina, Suiza o Uruguay, que experimentarán la aplicación de tales modelos hasta el primer tercio de siglo XX. Siendo las razones esgrimidas para explicar este impulso inicial, el consenso mínimo alcanzado en torno a la organización del Estado, la extensión de la educación y, sobre todo, el desarrollo económico basado en el impulso industrializador, la urbanización y evolución de los trans- portes, que contribuyen a generar la aparición del segmento social llamado a ser el gran protagonista de la moderna democracia liberal, las clases medias, cuya importancia irá aumentando en el espacio político frente a los absolutis- mos monárquicos o los sectores aristocráticos u oligárquicos junto con la fuer- za motriz de tal crecimiento, la clase obrera.